Por Luis Mac Gregor Arroyo

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Yo Nada: El sueño encarnado, alguna vez, del hombre en vida del gurú máximo se hizo  realidad con él a principios del siglo XX. Surcó el Océano Pacífico hasta llegar a la tierra de los indios. No vivió en tipis, pero su sabiduría fascinó a propios y extraños. Los presidentes lo admiraron, y los civiles lo siguieron más allá del día de su muerte.  Fue un momento de gran pena ¡Quién se atrevería a alzar la voz frente a Dios Padre y hasta a decir que los primeros hombres se libraron de una larga sentencia mediante el yoga! El fundó dos escuelas una con más relevancia en Asia y otra en América ¿Quién era ese hindú de poco más de 160 centímetros de estatura? Conocer a Dios a veces no es fácil. Hablar sobre de él proviniendo de un país lejano para otros, menos. Pese ha haber sido una colonia británica. Inspirar a otros como a Sopas es menos relevante pero, sin duda, llama la atención. Hay psicólogos quienes están en varias corrientes religiosas y les cuesta trabajo no hablar de él. Hasta lo ponen como su escuela máxima. Su servidor ha tenido varias, ¿buenas, malas? La historia ya me alcanzará. Dios lo está haciendo para mi mal o mi bien. No alcanzo a juzgar el alcance. Me da pavor el resultado. Tal vez desearía otro. Supongo nada está escrito. Tal vez sí. Tal vez Dios hace y se escribe el momento para quedar así. Finalmente aunque se diga nadie sabe el trazo final más que él. Por suerte. El comensal ve al hombre de estatura media: “Muchos lo verían con ojos de luz verde de siga o estese con cuidado. La verdad es que fue un alma noble. Para muchos incomprendida e igual hasta hizo enojar a Dios Padre, en ocasiones no por buen humor”. Como sea ahí anda su leyenda. Dicen que está entre nosotros bajo su manto. Con cielos opacos de nubes como lanzas de algodón. El hombre intentó ayudar a un pobre desamparado. Aunque quiso llevar al extremo sus enseñanzas hacerlo salir al paso. El pobre que le pidió auxilio con trabajos sobrevivió. Además luego tuvo que sobrevivirle a él. Tal vez el gurú actuó con la mejor intensión y hasta estima. Como sea el camino de ese hombre maduro fue otro. Tal vez Yo Nada vea al cielo de vez en cuando y hasta a Dios Padre le pida por él. El camino del joven se ve tortuoso. Posiblemente necesite ayuda. Tal vez el gurú de gurús lo perdone. Le pida al de hasta arriba que no lo olvide en su accidentado destino. Para lograr un alivio más en el entorno de aquel. Sólo Dios sabe para dónde ira Yo Nada ahora. Aunque igual y él tiene una idea bastante cercana. El pobre hombre que teme por su integridad pues piensa no tenerla ya. Yo Nada tiene mejor suerte, sin duda. Además con miel y jengibre se mantiene en forma.