Storytelling #BobDylan

La respuesta está soplando en el viento. Cuando escuché por primera vez a Bob Dylan.

  1. ¡Por fin un concierto de rock en la ciudad de México!

Por: Raúl Jiménez Lescas

Habían pasado no sé cuántos años para que el fantasma de Avándaro desapareciera para siempre en México. Nada menos que el famosísimo y legendario Dylan, tocaría “Like the rollin stones” en el mismísimo Palacio de los Rebotes (Deportes) de la ciudad de México. Ahí estaría con su mezclilla, sombrerito, guitarra y su eterna armónica. Escuchar sus versos, su literatura con música, sus críticas al sistema, su folk. El maestro de The Beatles y de toda una generación de jóvenes del mundo.

Fue el 2 de marzo de 1991. ¿Cómo olvidarlo? Ante el anuncio, a romper el cochinito para comprar los boletos. Llegó la noche anhelada. Hacer la larga fila en el Palacio. Adentro, con el corazón palpitante, los silbidos, los aplausos, las olas, las emociones desbordadas.
Se apagaron las luces y los gritos rebotaron en el Palacio.

La voz apagada de Dylan entonó “Most Likely You Go Your Way and I’ll Go Mine”. Una figura débil como su voz y un sombrerito, se mostró en el escenario. ¡Mr. Dylan en México!

Yo estuve ahí para cantar con Dylan a coro de miles de voces:
“¿Cuántas veces un hombre debe alzar la vista
Antes de que pueda ver el cielo?
¿Cuántos oídos debe tener un hombre
Antes de que pueda escuchar a la gente llorar?
¿Cuántas muertes tendrán que pasar hasta que él sepa
Que mucha gente ha muerto?
La respuesta, mi amigo, está soplando en el viento,
La respuesta está soplando en el viento”
(Blowin’ in the wind)


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