Rechazan impertinencia autoritaria de Gómez Tox en la Uimqroo

Efraín Castañeda Zárate

El autoritarismo como norma en su quehacer del expresidente municipal de José María Morelos Isabel Gómez Tox, quien se siente protegido por el debilitado exrector de la Universidad Intercultural Maya de Quintana Roo (Uimqroo) es rechazado denunció el educador jubilado Ichek Tamay Escalante.
Mencionó que él se enriqueció cuando estuvo en una lejana presidencia municipal, cuando habla de buenas finanzas, transparencia y rectitud institucional, no hay que hacerle caso.
En estos días, Gómez Tox se presenta bajo la figura de conciencia y memoria de la Uimqroo (una universidad donde es una quimera deuda alguna con él, ninguna persona se lo cree), y hoy se atreve a pedir, todo el poder en la institución universitaria morelense para uno de sus cuates, recriminó.
Recordó que el también conocido como señor Chabelito es un misógino de lo peor; basta recordar cuando llamó a la hoy senadora de la República Maybel Villegas: “chicuela malosa”, de ese nivel es el desprecio que siente este hombre por las mujeres, en verdad, empoderadas, quien ahora se dice preocupado por el destino de la universidad.
El integrante de la vieja guardia priista, si es que todavía existe se dice defensor de los mayas; sin embargo, es el mismo que se burló y despreció el discurso del niño Jacinto Noh Tun, en abril de 2017; el infante estaba en sexto de primaria, y venía igual de la comunidad de donde es Chabelito: Bulukax; este chabuelito es una de las caras más silvestres de rancio priismo en José María Morelos, lacra de la política (gente que se ha enriquecido a costa de ella), es un parásito, no sabe hacer otra cosa, comentó.
Añadió que el parásito es el mismo que hoy habla de “cambio de rumbo” en la Uimqroo, es decir, una vuelta de los tiempos oscuros, donde el autoritarismo era la norma. Habla de “un buen profesional” para los destinos de la universidad, su hermano masón puede ser Francisco J. Rosado May, un muy mal ejemplo.
El expresidente municipal morelense usa las mismas palabras que le endosó, hace varios años, al profesor del niño Jacinto: “Gente que ha venido a verme para pedirme que eleve la voz”, yo le recuerdo que tanto el actual secretario de Educación como muchos habitantes de José María Morelos, saben de qué compadre está hablando, sus iniciales: FJRM.
El educador jubilado insistió que el oscuro personaje diga si le duele algo, o tiene una propuesta que no sea la de los tiempos autoritarios y oscuros para la Uimqroo como sucedió en los primeros ocho años de la universidad (y cuando él guardó absoluto silencio por las violaciones sistemáticas a los derechos humanos), que use su propia voz, que busque adeptos entre los mismos profesores de ahí, y a ver si los apoyan. Es muy penoso que un parásito de la política hable de esa forma tan cínica porque refleja frustración y desesperación.


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