Madrid es sede de una de las pinacotecas más importantes y completas del mundo, como es el Museo Thyssen Bornemisza, en el cual se exponen los cuadros de la colección del Barón Thyssen, gran amante del arte, que dedicó una parte de su inmensa fortuna a lograr el tesoro pictórico que se expone en dicho museo madrileño y español.

La cuestión que aquí nos importa es, ¿cómo pudo llegar semejante legado a exponerse en el imponente Palacio de Villahermosa, sito en pleno Paseo del Prado de la preciosa Capital de España, teniendo en cuenta que el Barón Thyssen era de los Países Bajos, y se estaban disputando su ingente colección de cuadros históricos, pintados por los grandes genios del arte de todos los tiempos, naciones del calado de Inglaterra, Francia, y los propios Países Bajos?.

Creo que los números y el prestigio, se decantaban para todos los lados, menos para España, según el consejo de los asesores del Barón. Sin embargo, mientras al Barón le doraban la píldora, muy bien dorada y con plena justificación, ingleses, franceses y holandeses, el Barón era tomado de la mano de una bella y dulce mujer, que se desvivía por ofrecerle toda la calidez de su corazón. Esto último, era lo único que no incluían en el peso de su oferta todos los demás, pero, ¡válgame Dios!, era lo que más pesaba de todo.

¿Quién era esa bella y dulce mujer, con el corazón de oro, que se llevaba la Colección de pinturas más valiosa del mundo?: Tita Cervera, de nacionalidad española, que le indicó a su esposo, el Barón Thyssen, que dejara aquel fantástico tesoro, en España, para solaz del turismo cultural, y prestigio de Madrid, que completaba, en un «bingo» espectacular, tres paraísos del arte pictórico en a penas una milla: Museo del Prado, Museo Reina Sofía, y el Museo Thyssen, legado a España como fruto de gratitud por el amor de una mujer de esta tierra.

FRAN AUDIJE

Madrid,España, 11 de febrero del 2023