Una de las presuntas jugadas políticas de manipulación, y con fines de disimulo y ocultamiento, consiste en sacar a la luz de la opinión pública, una noticia lo más escandalosa posible, de manera que se haga viral, y obtenga cuantiosa repercusión. Mediante este hecho, se minimizan otros temas, que no interesa obtengan la importancia ni el valor de su justa dimensión.
En su momento, ocurrió con el escándalo de la estafa del yerno del rey Juan Carlos I, probablemente con intenciones de escamotear la profunda crisis económica, y su nefasta gestión, o algún otro asunto, que tampoco interesaba adquiriera mayor calado.
Ahora mismo, se están lanzando diversas noticias, algunas sobre escándalos de corrupción política, que sospecho llevan dicha intencionalidad, porque es muy raro que el propio Gobierno, se delate a sí mismo. Vivimos otra crisis económica fuerte, y la gestión de la misma es un desastre, análogo al de la anteriormente mencionada.
También asistimos a un espectáculo deplorable, en un Estado con calidad de Reino, como es España, consistente en sacar a la luz pública, detalles minuciosos y escabrosos, sobre las relaciones personales e íntimas, de los reyes de España, Felipe y Letizia.
Debemos tener en cuenta, que el rey de España, Felipe VI, es el Jefe del Estado, y creo que merecería el respeto, como todos los ciudadanos españoles, de ser salvaguardado en su intimidad, y en su afectividad personal, máxime cuando se trata de su relación con su esposa, la reina Letizia, personaje contra el que se lanza un continuo y particular ensañamiento, por parte de algunos grupos monárquicos extremadamente tradicionalistas.
No me parece de recibo, que se eche mano de la Institución monárquica española, para, quizás, lavar o disimular, la cara sucia y desprestigiada, de otras instituciones que se han degradado, por su errada práxis política, y por su falta de competencia en la gestión, como tiene toda la pinta que se está haciendo.
Si algo queda de la política en España todavía decente, es la figura personal y monárquica, del rey Felipe VI, un rey lleno de buenas intenciones, con un talante demócrata envidiable, pero que llega en una coyuntura política muy poco favorable, por los antecedentes de corrupción en su padre, y por el actual Gobierno que preside España, carente de simpatía alguna por la Monarquía.
FRAN AUDIJE
Madrid,España, 26 de febrero del 2023
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