LA TRAICIÓN POLÍTICA

Estamos en condiciones de hablar de que se produce una traición en el ámbito político, desde el momento en que hay corrupción en la Administración del Estado. Este hecho, puede producirse a través de distintas vías, que cuentan todas con un factor común: el servicio inadecuado que se brinda a la ciudadanía, ya que la Administración del Estado, está conformada por un conjunto de órganos, cuya función fundamental consiste en servir a los ciudadanos del país en cuestión. Este servicio, consiste en la resolución de los problemas públicos sociales, que se vengan presentando, o que se prevea que se puedan presentar.

La corrupción suele tener móviles económicos, básicamente robar, o emplear los fondos de las Arcas Públicas, para fines ilegales, en cuyo caso nos encontramos ante la malversación, la cual suele contar con un móvil de violación de los derechos de los ciudadanos directamente, o, indirectamente, en el caso de que se empleen estos fondos públicos para beneficiar a alguien fraudulentamente.

La corrupción económica en el Estado, es una problemática que puede llegar a ser extremadamente compleja, porque los chanchullos y la ingeniería financiera, admiten bastante imaginación y creatividad. Asunto aparte merece la corrupción, cuando esta consiste en la violación de los derechos de los ciudadanos, porque en este tipo de jugada sucia, no solo está implicado el tema de la malversación de los fondos públicos que financian la injusticia, sino la propia injusticia que se comete, que puede llegar a tener connotaciones de diverso grado de importancia.

El máximo grado de gravedad de la injusticia cometida desde el poder del Estado, se nos presenta cuando los derechos que se están violando, son los derechos más fundamentales de todos, es decir, los derechos humanos. Y, en la violación de los derechos humanos, las estructuras que se crean para llevar dicha cruel e innoble empresa adelante, son siempre complejas. En dichas estructuras, está implicada bastante gente, y todo este personal dirigido a cometer la injusticia, está bien organizado y dirigido, de manera que, no solo se practique el delito, sino que este delito quede impune, de manera que sea posible su perpetuación a través del tiempo.

Esta forma de corrupción o de traición del propio Estado, hacia la ciudadanía, y hacia la patria, puede ir, desde una persecución inmisericorde, con recortes injustificados de derechos, hasta el asesinato, pasando por manipulaciones grotescas de la vida privada, que busquen violaciones sexuales continuadas en el tiempo, lo que conocemos por la trata de seres humanos, el proxenetismo, y la alcahuetería. Estaríamos hablando, en realidad, de lo que se conoce también, como terrorismo de Estado.

Un terrorismo, impulsado desde las propias Instituciones Públicas, contra alguno o algunos ciudadanos, con posibilidad de generalizarse o de ampliarse en demasía, en el caso de que la corrupción crezca de tal manera, que anegue realmente toda la Administración, sometida a una terrible impunidad, facilitadora de todos estos delitos de lesa humanidad, en un escenario de extrema gravedad, que nos lleva cerca del Estado totalitario.

FRAN AUDIJE

Madrid,España,7 de marzo del 2023


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