Es fácil deducir, que se violan los derechos humanos, cuando a los granujas instalados en el poder, les molesta la libertad.
A todo aquel que le molesta la libertad de su prójimo, habría que colocarle un cartel señalando su peligrosidad, puesto que mantener cierta relación con dicha persona, significa correr un serio riesgo de convertirse en víctima.
Sin embargo, cuando son los gobernantes de un país, a quienes les molesta la libertad de su pueblo, entonces que Dios nos pille confesados, porque a buen seguro se va a desatar la persecución de inocentes, el saqueo de las Arcas del Estado, la malversación de fondos públicos, el ninguneo de los discrepantes, la manipulación mediática, el amordazamiento de la sociedad…
En resumidas cuentas: una verdadera sucesión de tropelías, con el fin de cargarse a todos aquellos personajes, que puedan servir de portavoces de la opinión pública, especialmente cuando dicha capacidad de expresión es contraria al poder dominante. Estamos, desde ese momento, en un escenario de totalitarismo.
Uno de los signos más evidentes de la venida de dicha tiranía, consiste en el establecimiento de Gobiernos corruptos. La corrupción política, consiste en saltarse las leyes, y las «reglas del juego» establecidas en la Constitución, de manera solapada, es decir, engañando o tratando de engañar al pueblo.
Pero la corrupción no va sola, sino muy bien acompañada de una mala gestión institucional, cuya percepción social se intenta paliar, mediante el conocido «pan y circo», en forma de fomento de la corrupción social: prostitución, fútbol o deporte, espectáculos sociales en general, incluyendo el morbo generado por los casos «del corazón», actividades culturales relacionadas con la gastronomía y los bailes… y todo aquello que sirva de distracción y desentendimiento de los problemas reales, especialmente si tiene que ver con los instintos humanos más primarios: sexo y comida, en modo de fiesta, que degenerará, por lógica, en las bacanales.
Esto se llama: esclavizar a la sociedad, de manera anestesiada, sin que nos enteremos realmente, bajo la apariencia de que todo es maravilloso, cuando lo que han hecho es aprovechar la ventaja del conformismo ciudadano, para, mientras tanto, dedicarse a saquear la nación, y vaciarla de derechos. Uno de estos antecedentes, lo tenemos en el Imperio Romano, que, como bien sabemos, se derrumbó completamente, y fue invadido por sus enemigos.
FRAN AUDIJE
Madrid,España,9 de marzo del 2023
Descubre más desde REVISTA UNIDAD PARLAMENTARIA
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
