DESPEGUE

Observemos el despegue de un avión comercial de pasajeros, particularmente de aquellos más pesados, los clásicos cuatrimotores:

Tras carretear lenta y plácidamente por las pistas del aeropuerto, camino de la pista de despegue, el avión se posiciona magestuosamente, en un gesto muy particular de viraje, a la vez que bello.

Mientras espera la autorización de la Torre de Control, para despegar, los pilotos chequean que todos los controles del avión están en condiciones para llevar a cabo la maniobra más complicada, y de mayor riesgo, que puede llevar a cabo un avión, junto con el aterrizaje.

La Torre de Control, autoriza el despegue: en ese momento, el piloto le pide a los cuatro motores, la máxima potencia, de manera no brusca, sino gradualmente. El avión avanza por la pista, y va adquiriendo velocidad. Toda la estructura del aparato, se tensa, hasta conseguir una vibración casi imperceptible. Las alas se arquean hacia arriba, adquiriendo idéntica tensión. La estructura de la aeronave al completo, está siendo puesta a prueba por el peso, toneladas, que ha de levantarse, y por los elementos atmosféricos, sobre los que los fuertes y flexibles planos del aparato, van a sustentarse, una vez se levanta en el aire.

Y se levanta de manera titánica, realizando el supremo esfuerzo del que es capaz esta máquina portentosa, en cuyo interior se alojan cientos de personas. Levanta de manera tediosa el morro, al borde del final de la pista, y va tomando altura con armonía, como si se tratase de una coreografía de ballet, en el comienzo de la danza más hermosa y artística de la bailarina, perfecta en su cuerpo, y en sus movimientos, muy bien calculados… sostenidos por los vientos.

Hasta alcanzar la altura de crucero, en el zenit del cielo nuboso o estrellado, el avión es mantenido en una inclinación, apuntando hacia lo más alto, de manera que los planos, socorridos por diversos elementos integrados en los mismos, como son los flaps, puedan llevar a ese inmenso artilugio, bellísimo, a la cima mayor del mundo, momento en que llega la hora del relativo relax para la tripulación, y para toda la estructura del avión, deslizándose apoyada en planos y motores, a través de los cielos, hasta su destino final, adonde ha de tomar tierra.

Así es como sientes tu vida, en tantos momentos de problemas, de ansiedad, y de estrés, que te piden el máximo de ti mismo, con el fin de sobrevivir, de salir airoso en tantas encrucijadas y emboscadas.

FRAN AUDIJE

Madrid,España 15 de marzo del 2023


Descubre más desde REVISTA UNIDAD PARLAMENTARIA

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Deja un comentario