LA ESPAÑA DE DON PEDRO

España lleva sumida en una preocupante situación de corrupción abierta, dentro de la política y de las Instituciones, prácticamente desde la llegada al poder de Don Felipe. Una corrupción voraz, que se multiplica, y que se expande, para lo cual utiliza el sistema de la impunidad.

Estamos hablando de una corrupción corruptora, que no solo sobrevive, sino que se ramifica y se va transmitiendo. Primero lo hace dentro de la administración pública, para, a continuación, trasladar sus tentáculos a todo el tejido social.

Sin embargo, existe un momento en todo este espacio de tiempo, desde Don Felipe, hasta Don Pedro, pasando por Don José María, Don José Luis, y Don Mariano, en que se ha apretado el acelerador en el tema de la corrupción, de manera que el deterioro democrático, y en el respeto hacia el Estado de Derecho, se ha multiplicado, y se multiplica progresivamente, de manera demencial, hasta el punto de que, ya no se violan los derechos humanos de una forma puntual o aislada, sino que dicha violación se ha generalizado, existiendo casos concretos de una gravedad que señala la lesa humanidad. Este momento del que hablo es la arribada al poder del Estado, de Don Pedro.

Desde que llegara al poder este siniestro personaje, de planta apolínea, verborrea prometedora de todo lo prometible, y arrogadora de todo calificativo noble que pudiera existir, en lo que se ha podido constatar ampliamente que es pura mentira e hipocresía, España ha sufrido una transformación brutal, en cuanto a la percepción de la legalidad y del civismo ético. Estamos en condiciones de afirmar, que se ha acabado de institucionalizar definitivamente, la injusticia, y lo que se conoce por la “España de los amiguetes”, que es una España discriminatoria y marginadora, donde se favorece desde el poder, a aquellos que se adhieren y que colaboran, con el sistema mafioso que se ha instalado, y, en cambio, se ladea y se perjudica, e incluso se persigue, a aquellos que somos honrados, y no somos capaces de comulgar con el abuso y la indignidad a la que nos pretenden someter.

Esta España, se ha acostumbrado a creerse la milonga del feminismo, en una de las mayores falacias que se han conocido desde los tiempos de Goebbles, el ministro de propaganda del nazismo alemán, el cual mantenía que, una mentira repetida asiduamente, acaba por convertirse en una verdad. El fomento de la prostitución, y del sexo promiscuo y desordenado, nunca podrán favorecer la dignidad de la mujer, ni tampoco la del varón, en lo que constituye una propagación de la depravación social, inaceptable, comienzo de la corrupción social, donde se está acelerando, mediante inversiones en publicidad, y en la creación de un ambiente de relajación sexual, que favorece comportamientos canallas, y la sensualización de las relaciones humanas, donde entran la ya comentada prostitución, la alcahuetería, y la trata de personas, conceptos en los que España ha conseguido un liderazgo mundial, según datos de las ONGs.

Además de todo este desastre, España es un país mal gestionado, incapaz de sobrevivir con sus propios recursos, y que pone la mano constantemente en la Unión Europea, para no hundirse en su propia mediocridad. La deuda exterior de España, inmensa y alucinante, habla claro del trabajo que se lleva a cabo dentro, irresponsable, que financia causas injustas e improductivas, como el “pan y circo” de los festejos continuos, dentro de un estado de crisis muy grave, donde el paro alcanza cotas de record, los precios de la alimentación se disparan, y la respuesta del Estado, es dar limosnitas a la población, con la piadosa excusa de una ayuda, que es pan para hoy, y hambre para mañana.

La descripción que he realizado de la España de Don Pedro, es somera, y tan solo un esbozo de la realidad. Pido desde esta tribuna, una seria y concienzuda investigación de lo que está pasando, que, para mí, es la traición más absurda y criminal, llevada a cabo contra la democracia en Europa, desde los tiempos del fascismo, en la primera mitad del siglo XX.

FRAN AUDIJE

Madrid,España,29 de abril del 2023


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