Apoyó la doctrina de un universo infinito en el que cabe mundos incontables.

Fue perseguido por la inquisición católica y también por luteranos y calvinistas.

Defendió la libertad de pensamiento por encima de las añejas creencias religiosas.

Estuvo preso seis años en el Castillo de Sant’Angelo.

Cuando estaba a punto de ser quemado un sacerdote lo ofreció un crucifijo para que lo besara, algo que no hizo.

Giordano Bruno

Por Luis Mac Gregor Arroyo
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