Tras el recuento de los votos en las últimas Elecciones autonómicas y municipales en España, estamos en condiciones de afirmar que el pueblo español ha reaccionado ante la macabra situación en la que se encuentra el país, debido a la gestión deplorable que está realizando la actual coalición de izquierdas, con el presidente Pedro Sánchez a la cabeza.
España prácticamente sobrevive, gracias a la financiación de la Unión Europea, en uno de los pocos miembros que todavía no consigue datos económicos, que ahuguren una recuperación satisfactoria, tras la sucesión de crisis que han asolado al mundo y a Europa.
Europa sostiene a España con sus ayudas económicas, condicionadas a objetivos de reformas e inversiones, que tampoco convencen a Bruselas de su marcha, razón por la que ha enviado a sus implacables «hombres de negro» a Madrid, con el fin de investigar el verdadero destino de unos fondos de ayuda, que no son lo eficaces que presumen estos especialistas en gestión económica, desde una Unión Europea que mira a España con enorme paciencia, y una incomprensible comprensión, a pesar de todo.
Los «hombres de negro» prometen ser sutiles y discretos, no obstante, en su futura intervención en esta España arrasada por el gasto irresponsable y sin tino, de un Gobierno que todavía vive la ilusión de transformar a su país a un sistema, que ya ha demostrado su inoperatividad, y que dentro del contexto de la economía de mercado capitalista, donde está inserta España, carece de mucho sentido.
Pero los aires de cambio que necesita España, y que acaba de solicitar el pueblo español, como en un clamor casi unánime, van más allá de lo económico, porque Sánchez y su Gobierno practican una tenaza agobiante y encorsetadora para la libertad, merced a una serie de leyes incisivas, que hieren el terreno de lo íntimo y personal, buscando una transformación demasiado forzada de la sociedad, y que, si lo pensamos detenidamente, no guardan sentido en una democracia, que sí está sedienta de un mayor control judicial de la corrupción, de un mayor respeto a la libertad de expresión y de prensa, y, en definitiva, de que se vuelvan a crear las condiciones ambientales para la convivencia ciudadana, en una España que ha vuelto a ser crispada, innecesariamente, por la izquierda nostálgica y resentida de la II República y de la Guerra Civil.
FRAN AUDIJE
Madrid,España,29 de mayo del 2023
Los artículos de opinión son responsabilidad exclusiva de sus autores.
Descubre más desde REVISTA UNIDAD PARLAMENTARIA
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
UP es un esfuerzo editorial de todos, una visión del mundo que nos lleva a preguntarnos más que a afirmar. Es darle opción a diferentes voces que vienen de cualquier parte del mundo.
Nuestro propósito es mostrar una realidad que frente a nuestros ojos ocurre y no tiene trascendencia en los grandes medios, un parlamento ciudadano en el que se toman decisiones a partir de la constante visión de nuestros problemas, sin dejarse llevar por fanatismos o miradas extremas.
Ver todas las entradas de Unidad Parlamentaria