Tatuajes de postín en medio de componendas e inseguridad sanitaria
Héctor Cobá
La igualdad política no tiene distingos entre décadas, al menos en los 90 años en Quintana Roo y el país mexicano, incluido el último y reciente lustro. Guindas, tricolores, verde-ecologistas, solaztequistas, y blanquiazules son lo mismo, y lo peor de lo mismo.
Delineado de cejas en grado tatuaje de súper lujo por 40 mil pesos, micro-pigmentación de peso divino, debe ser un gran negocio, más si no se pagan los respectivos permisos, se usan materiales prohibidos de los que no se paga “permiso de internación” a México.
Con puro médico extranjero y sin permisos, y millonarias ganancias arrebatadas al Instituto Nacional de Migración (INM), ya que los tatuadores y especialistas oriundos de otros países carentes de permiso para derrochar su arte. Entraron al país como Juan a su habitación de la palapa calidad 10 estrellas.
Los precios no dejan mentir: Pase VIP 41,500 mil pesos mexicanos (MN), 2,300 dólares estadounidenses (USA), Acceso Gold 36,000 pesos, 1999 USA y Acceso Platinum 26,600, 1470 dólares en el humilde hotel Taller tipo airnbn centrado el asuntos de adultos, en la nada ignota y depauperada zona área en medio de Cancún e Isla Mujeres.
Aún se ignora a quién se engañó, a la presidente municipal de Isla Mujeres Atenea Gómez Ricalde, a la presidente municipal de Benito Juárez Ana Patricia Peralta De la Peña o a la “jefa política” quintanarroense María Elena Hermelinda Lezama Espinosa, a Cofepris, al INM, ¿a quién, quién?
De que engañaron a los de Migración, o sucedió algo qué se desconoce, debido a la presencia de especialistas de Colombia, Venezuela, Polonia, Estonia, Canadá, España, Puerto Rico, Costa Rica, Estados Unidos, y Brasil.
Todos desplazan a verdaderos cirujanos mexicanos, dueños de posgrados y especialidades en el tema mencionado.
Nombres de los aludidos: Nina Joaqui, Anna Mrowiec, Natasha Dsouza, Nataliya Yeremenko, Jeff Villenas, Gemma Alpuente, Claudia Herrera, Juan Cordero, Janet Janine, y Lorrane Iack, pues se afecta el trabajo y se arriesga la vida porque practicantes sin conocimiento real de la medicina reconstructiva hacen el trabajo de un especialista, manifiesta la fuente de información mexicana AMCI, parte de los médicos cirujanos plásticos (MCP).
Suma, la segunda edición del PMU LatinFest se vendió como homenaje a la diversidad cultural y resultó ser un escenario de ilegalidades y faltas graves a las leyes mexicanas; representa un desafío a la ley, y un robo de las oportunidades laborales a mexicanos capacitados y dispuestos a trabajar, porque los invasores realizan procedimientos de maquillaje (tatuajes) permanente en condiciones inseguras.
Tales como microblanding, cejas hibridas, acuarela lips, powder brows, eye liner clásico y hair strokes.
Desde antes y aquí son visibles los riesgos nace porque los que aplican los tratamientos, aplicaciones en el cuerpo y sangre no tienen un reconocimiento médico; sí se ostentan como especialistas y buscan un supuesto reconocimiento, menos tienen permiso de trabajo por ser extranjeros y carecer de cédula profesional; sin respaldo médico ni hospitalario, además que los productos útiles utilizados carecen de patente.

Más denuncias
Otro MCP: JAA recrimina que la organizadora del 2do. LatinFest Juanita Villa incurrió en un sinnúmero de irregularidades entre Cancún e Isla Mujeres. Notificada la irregular situación a la a Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), personal de la institución se presentó en el hotel y requirió los permisos tanto de la realización de la reunión como de las cédulas de los especialistas, los que corrieron como ratas y se escondieron dentro del hotel sede, en Isla Blanca.
Más que ausente cualquier tipo de permiso apareció; sin saber el porqué, al parecer una llamada misteriosa se recibió de una autoridad de gran gran gran peso municipal, la que ordenó se retiren los especialistas de la salud, quienes ya iban a pegar los sellos de clausura.
Organizadora defraudadora
Villa en lugar de sombrilla o sombrero usa la ilegalidad, cualidad muy cercana a ella; aunque esta vez sí que se pasó con su LatinFest, en el que más de 30 extranjeros fueron introducidos de manera ilegal al país para trabajar en el encuentro; asimismo tampoco mostró escrúpulos al introducir de contrabando pigmentos Hanafy de Rusia, cuya seguridad para su uso en tatuajes aún no ha sido determinada en México. La importación y uso de estos pigmentos están prohibidos en el país, lo que añade otra falta a la lista de la villana.
Acostumbrada a estar en el ojo del huracán legal; en 2021 fue expulsada de PhiBrows tras un largo litigio legal, tras registrar el logotipo de PhiBrows (usado por muchos artistas de PhiBrows que tomaron clases en PhiAcademy) en México mientras trabajaba para ellos.
Acción que pone en peligro a todos los estudiantes de PhiAcademy que utilizan el logotipo de LatinBrows, ya que se exponen a posibles acciones legales, según el expediente, que puede consultar: https://vidoc.impi.gob.mx/visor?usr=VIDOC&texp=MA&tdoc=E&id=MA/M/1985/2101625
¿Y la ley?
Urge que las autoridades tomen medidas frente a las faltas mostradas, ya que además de romper la ley, ponen en riesgo la salud y la economía de mexicanos. La justicia debe prevalecer para garantizar un ambiente laboral seguro y equitativo para todos.
Incluso, Villa invitó a mexicanos sin permisos de trabajo necesarios para realizar procedimientos de maquillaje permanente en condiciones inseguras.
El par de tiendas que vendieron productos ilegales en el LatinFest 2023 son Latin Beauty Store, propiedad de ella, Microbeau de los Estados Unidos, y Hanafy Colour Pigments de Rusia.
Los artículos de opinión son responsabilidad exclusiva de sus autores.
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