SM Rico
Tiempo de lectura 3 minutos
En un país que está al borde de la crisis económica, que requiere darle continuidad a la guerra en Ucrania y que ha dejado a Europa en medio de una crisis energética por el deseo de control a costa de la vida de sus habitantes, aparece casualmente, de nueva cuenta y en una “fecha especial”, la violencia armada contra los ciudadanos civiles en Estados Unidos.
Ya desde los días previos al feriado del cuatro de julio, se registraron tiroteos masivos en Filadelfia, Baltimore y Fort Worth, Texas, que resultaron en la muerte de 10 personas, según las autoridades. Estos eventos son un sombrío recordatorio del fracaso de Estados Unidos para abordar la violencia impulsada por armas de fuego a lo largo de décadas.
En un reportaje elaborado por Kanishka Singh y Raphael Satter para Reuters se destaca que en Fort Worth, tres personas murieron y ocho resultaron heridas en un tiroteo masivo que tuvo lugar después de un festival local. La policía informó sobre este incidente el martes.
En un incidente separado en Filadelfia el lunes por la noche, cinco personas murieron y dos resultaron heridas cuando un sospechoso con un chaleco antibalas abrió fuego contra aparentes extraños, incluyendo a un niño pequeño y un adolescente.
Estos tiroteos ocurrieron poco después de que dos personas fueran asesinadas a tiros y otras 28 resultaran heridas, la mitad de ellas niños, durante una lluvia de disparos en una fiesta al aire libre en Baltimore.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, como en otras ocasiones, utilizó el hecho de manera conveniente de cara al próximo periodo electoral, y solo condenó la violencia y renovó su llamado a endurecer las leyes de armas del país, que se consideran laxas en comparación con otros países desarrollados.
No está claro de inmediato cuáles fueron los motivos detrás de los tres tiroteos recientes, pero ocurren cerca de una fecha políticamente conveniente para los discursos y en un momento en el que toda la atención esta puesta en la gestión del gobierno actual en materia internacional.
Las autoridades informaron que en Filadelfia arrestaron a un sospechoso, un hombre de 40 años que tenía un rifle de asalto y otras armas en su posesión. Sin embargo, la comisionada de policía de Filadelfia, Danielle Outlaw, afirmó que no tienen ninguna idea de por qué ocurrió el tiroteo.
En Fort Worth, la policía informó que no se han realizado arrestos y aún están investigando las posibles conexiones del tiroteo.
En el incidente de Baltimore, la policía está buscando a varios sospechosos relacionados con el tiroteo.
Estos tiroteos se produjeron cerca del aniversario del tiroteo masivo de Highland Park del año pasado, cerca de Chicago, donde siete personas fueron asesinadas y otras 48 resultaron heridas durante un desfile del Día de la Independencia. Un hombre de 22 años enfrenta cargos por delitos graves en relación con ese incidente.
Estos eventos se suman a la preocupante cantidad de tiroteos masivos e incidentes de violencia armada en Estados Unidos. Según el Archivo de Violencia Armada, ha habido más de 340 tiroteos masivos en lo que va de 2023 en el país. Esto marca un ritmo que podría resultar en alrededor de 679 tiroteos masivos para todo el año, aproximadamente el doble de los registrados en 2018.

Estados Unidos tiene la mayor cantidad de muertes por armas de fuego per cápita entre los países desarrollados, según el análisis del Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington (IHME).
Para mayor información puedes consultar:
https://www.reuters.com/world/us/rash-mass-shootings-kills-10-us-ahead-july-4-holiday-2023-07-04/
Descubre más desde REVISTA UNIDAD PARLAMENTARIA
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
