SM Rico
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El cambio climático, algo que es parte de la naturaleza del planeta Tierra, ha sido tomado por la política desde hace años, por lo mismo, enemigos o no enemigos, el dinero de los países involucrados en la ONU debe de fluir para amortiguar la huella humana en el planeta, esto claro, dejando de lado los conflictos bélicos, algo que nunca aparece en este tipo de pláticas pero que tiene peores consecuencias para el planeta y para todos sus habitantes.
En un reporte realizado por Kate Abnett y Valerie Volcovici para Reuters podernos ver una cara de esta moneda, en la que se busca que China ese gran enemigo a vencer por Estados Unidos entregue una mayor cantidad de recursos para este tema.
El texto destaca la problemática del financiamiento climático en el contexto de las conversaciones climáticas entre Estados Unidos y China. Ante el aumento de los costos del cambio climático y la necesidad de reducir las emisiones de CO2, surge el debate sobre quién debe asumir la responsabilidad y pagar por estas acciones.
China, como una de las principales economías en crecimiento y un gran emisor de CO2, ha sido objeto de presión para contribuir financieramente a la lucha contra el cambio climático. Sin embargo, China se resiste a unirse a la lista de países donantes, junto con otras naciones ricas.
La Unión Europea ha sido un importante contribuyente en financiamiento climático y ha buscado ampliar el grupo de países donantes. El financiamiento climático se refiere al dinero que los países ricos proporcionan para ayudar a las naciones más pobres a reducir emisiones y adaptarse a un clima más cálido y severo.
Según el informe Climate Finance Provided and Mobilised by Developed Countries in 2013-2018, publicado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), estos son los diez países que más aportaron en 2018, el último año con datos disponibles:
- Estados Unidos: 13,100 millones de dólares, el 20.4% del total.
- Japón: 11.500 millones de dólares, el 17.9% del total.
- Alemania: 9,500 millones de dólares, el 14.8% del total.
- Francia: 7,500 millones de dólares, el 11.7% del total.
- Reino Unido: 6,800 millones de dólares, el 10.6% del total.
- Países Bajos: 1,900 millones de dólares, el 3% del total.
- Suecia: 1,300 millones de dólares, el 2% del total.
- Noruega: 1,100 millones de dólares, el 1.7% del total.
- Italia: 1,000 millones de dólares, el 1.6% del total.
- Canadá: 900 millones de dólares, el 1.4% del total.
El debate sobre quién debe contribuir se centra en la responsabilidad histórica, ya que los países ricos han contribuido significativamente a las emisiones de CO2 a lo largo de la historia industrial.
En la conferencia COP28, se busca lanzar un nuevo fondo para compensar a los Estados vulnerables por los costos de los desastres naturales relacionados con el clima. Sin embargo, aún no se ha decidido quién contribuirá a este fondo.
China ha lanzado su propio Fondo de Cooperación Climática Sur-Sur para ayudar a países menos desarrollados a abordar problemas climáticos, pero las contribuciones aún son limitadas en comparación con otros gastos en proyectos como la Iniciativa de la Franja y la Ruta.
Algunos países vulnerables están buscando nuevas fuentes de financiamiento, como la Iniciativa Bridgetown y un impuesto global de CO2 sobre el transporte marítimo.
En conclusión, la discusión sobre el financiamiento climático se centra en la responsabilidad de los países más ricos, la resistencia de China y otros países ricos a unirse como donantes, y la necesidad de encontrar soluciones para enfrentar el cambio climático a nivel global.
La guerra y la paz no están incluidas en estas pláticas y negociaciones, en la lucha climática, lo verde tiene límites.
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