SM Rico

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De cara a las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos, el antes llamado por algunos como “el presidente migrante”, por las promesas de atención en este tema, solo dejaron decepción y un vistazo a la realidad de las promesas que solo sirven para un discurso inclusivo vacío.

Este es el caso de las famosas prisiones que hace unos años se clasificaran como jaulas y que el actual presidente prometiera una reforma a la manera en la que se realizan las detenciones de los migrantes, sin embargo, los únicos beneficiarios de esta reforma fueron las prisiones privadas.

En una nota escrita por Ted Hesson, Mica Rosenberg y Kristina Cooke el 7 de agosto de 2023, para Reuters expone cómo la promesa de reformar el sistema de detención de inmigrantes por parte del presidente Joe Biden ha enfrentado desafíos y contradicciones significativas. A pesar de sus compromisos iniciales de poner fin a la detención con fines de lucro y mejorar las condiciones de los detenidos, la realidad muestra que las prisiones privadas se han beneficiado y las reformas han sido limitadas en comparación con las expectativas iniciales.

El artículo revela que, durante su campaña presidencial en 2020, Biden se comprometió a poner fin a la detención de inmigrantes con fines de lucro, argumentando en contra del enriquecimiento a expensas del sufrimiento humano. Sin embargo, una revisión interna de los centros de detención llevada a cabo por su administración desencadenó una serie de desafíos políticos y económicos, lo que resultó en un aumento de las prisiones privadas y la falta de una reforma profunda.

La revisión interna, que no había sido reportada previamente, tuvo lugar en mayo de 2021 y fue realizada por altos funcionarios de inmigración. Esta revisión buscaba evaluar las condiciones de los centros de detención y determinar cuáles necesitaban ser reformados, reducidos o cerrados. Aunque se recomendó cerrar algunos centros problemáticos, la presión para mantener la capacidad de detención disponible, en medio del aumento récord de cruces ilegales en la frontera entre Estados Unidos y México, llevó a la administración a anunciar el cierre de solo una instalación en marzo de 2022.

Esta revisión, que no se había informado anteriormente, fue en respuesta a años de quejas sobre condiciones deficientes en los centros de detención, incluida la atención médica insuficiente, falta de acceso a abogados, agresión sexual y muertes de detenidos.

El artículo revela que el grupo que realizó la revisión compartió sus hallazgos con el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, recomendando el cierre de algunos centros de detención del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés). Sin embargo, a medida que los cruces ilegales en la frontera aumentaron, la administración de Biden solo cerró una instalación en marzo de 2022.

El aumento de los ingresos de las prisiones privadas, como GEO Group y CoreCivic, bajo la administración de Biden, ha sido un punto de preocupación. A pesar de la promesa de reformas y del cierre de instalaciones problemáticas, estas compañías registraron ingresos récord provenientes de contratos con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) para el mantenimiento de centros de detención y monitoreo remoto de inmigrantes.

La creciente crítica hacia la administración de Biden proviene tanto de defensores de los derechos de los inmigrantes, que consideran que no ha cumplido con las expectativas de reforma, como de algunos demócratas, quienes argumentan que las medidas tomadas han sido insuficientes para revertir las políticas de línea dura de la administración anterior.

Al final de cuentas la promesa de reformar el sistema de detención de inmigrantes realizada por el presidente Joe Biden se ha encontrado con obstáculos y contradicciones, ya que las prisiones privadas han prosperado bajo su administración y las reformas reales han sido limitadas. A medida que Biden se prepara para su posible reelección en 2024, el tema de la inmigración sigue siendo un punto álgido en el debate político, con críticos que cuestionan tanto su enfoque como su compromiso con las promesas iniciales.