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Hay gente para todo en este mundo, y, efectivamente, los hay que aman la soledad, y que la buscan. Las excepciones confirman la regla, por supuesto, porque los seres humanos no hemos nacido para estar solos, ni mucho menos. La naturaleza humana nos exige la compañía de otros seres, o de otro ser, porque necesitamos sentirnos amados, necesitamos sentir que le importamos a alguien.
Compartir la vida con otra persona, tener pareja, es una opción que muy pocos desdeñan. Y sabemos que las relaciones humanas son complejas, que la convivencia no es fácil, y que en muchas ocasiones el amor naufraga. Pero la opción de convivir con otra persona, incluso formar una familia, será siempre un reto personal de todos, generalmente, porque estamos llamados por nuestra constitución física y espiritual, a relacionarnos con la tendencia del amor y el afecto, que tanto necesitamos.
Conviene no equivocarse, y no confundir al sexo con el amor, una de las panaceas de los tiempos que vivimos. El sexo no es el amor, sino una parte del mismo. El sexo es un accesorio o complemento del amor, una parte muy importante, sin duda, pero no es o no debería ser el todo. Si confundimos esta realidad, o dejamos de tenerla clara, es fácil que caigamos en la prostitución, o en un materialismo infructuoso, que dejará de satisfacernos pronto.
Hay gente con poder, que intenta tergiversar la realidad de las relaciones humanas y entre las personas. Son estos personajes, que actúan en asociación de tipo mafioso, los que promueven los males que afectan al amor entre los habitantes del mundo. Mediante la propaganda, y mediante otros medios de manipulación, intentan hacernos creer, que nos vamos a sentir realizados en la soledad, que el hombre se encuentra en el amor a sí mismo, y que debemos renunciar a nosotros mismos, para abrazar algo que mucha gente no es, como la homosexualidad, como la promiscuidad, y otro tipo de vicios, incluyendo a las drogas.
Esta gente con poder, dedicada a esta labor de viciar las relaciones humanas, en su intento de transformar al mundo en una Sodoma y en una Gomorra, están criminalizando el poder de las naciones, y presentan a la política como algo que, en realidad, es una tapadera de su verdadero negocio: la deshumanización del mundo, y la esclavización del ser humano.
FRAN AUDIJE
Madrid, España 29 de agosto del 2023
Los artículos de opinión son responsabilidad exclusiva de sus autores.
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