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Hoy ha tenido lugar una esperada reunión, entre los dos líderes políticos más destacados, de cara a ocupar la presidencia del Gobierno español, durante la próxima legislatura: el vencedor de las últimas elecciones generales, señor Alberto Núñez Feijóo (PP), y candidato a ser elegido por el Congreso de los Diputados, según la propuesta del rey de España, Su Majestad Felipe VI; y el segundo candidato en liza, y actual presidente del Gobierno en funciones, el señor Pedro Sánchez Pérez-Castejón (PSOE).
Ambos candidatos, de distintos partidos políticos, pero los dos de nacionalidad española. Dirán los lectores que, este último dato, es demasiado evidente, y que me lo podría haber ahorrado. Pues no, realmente no, porque me está dando la impresión de que, aún estando entre paisanos, cada candidato defiende una postura, respaldada por una franja de la población cada una, que son tan diametralmente opuestas, y que están enfrentadas de una forma tan enconada, que bien podría decirse nos encontramos ante dos Ejércitos de naciones muy dispares, que luchan una especie de Guerra Fría. ¿Se acuerdan ustedes, apreciados lectores, de «la sombra de Caín errante», de la que hablara el celebrado poeta de la Generación de 1898, Antonio Machado, refiriéndose de manera crítica a España?.
He estado escuchando las declaraciones del señor Núñez Feijóo, tras la reunión que mencionamos, y me han parecido muy razonables y repletas de buenas intenciones, ofreciendo una solución al abismo que ambicionan los partidos independentistas, que están planteando nada menos que la separación definitiva de España de sus regiones, y el replanteamiento de una nueva España.
El candidato del Partido Popular, el señor Feijóo, ofrece una España donde todos los españoles volvamos a ser iguales en derechos, donde se produzca una regeneración de la democracia, la cual ha caído bastantes enteros, y en la que se realice una gestión económica más sensata, donde la prosperidad de los españoles, deje de estar hipotecada. Todo esto, en unión consensuada con el Partido Socialista Obrero Español, cuyo candidato, el señor Sánchez, se ha negado a aceptar dicha propuesta, y se ha mostrado partidario de negociar con los independentistas, a pesar de las abusivas pretensiones que han puesto sobre la mesa.
Seguimos entendiendo lo de «la sombra de Caín errante», con la que describía Machado la situación de España. Un país que lucha contra sí mismo, un país que no tiene otro enemigo de entidad, que él mismo, y un país dividido, como hemos dicho, en una Guerra Fría, que es no tan destructiva, como la terrible Guerra Civil de 1936-1939, pero que sigue siendo desmoralizante, por lo grotesca e inútil que resulta. ¿Alguien conoce mayor estupidez o locura, que ser tu propio enemigo, y perjudicarte, perjudicando a todos, en un extraño masoquismo nacional, incapaz del perdón y de la solidaridad conciliadora?.
«Todo por el poder», no es lo mismo que «Todo por la patria». El político de valor, y con categoría de hombre de Estado, debe perseguir el poder, sí, pero con amor a la patria, lo cual te convierte en responsable ante situaciones críticas, y abnegado cuando se trata es de salvar a tu país. Decía el célebre psiquiatra judío Viktor Frankl, superviviente de varios Campos de Concentración nazis, que «para encontrar el amor, hay que superar el narcisismo». Es decir, que para amar a tu país, es necesario perder amor propio, valorando mucho más lo que supone que, España, en el caso que nos ocupa, pueda continuar adelante en la Historia, con la dignidad que no debería perder nunca, como soberana en propiedad del pueblo español.
¿Conseguirá España, colocarse al nivel tan prestigioso de las naciones europeas, con las que vive asociada, y de cuya asociación depende para sobrevivir?. ¿Conseguirá España, despegarse del atraso africano, y unirse cada vez más a una Europa que crece constantemente, tanto en economía como en democracia, marcando un contraste de tipo galáctico con el Tercer Mundo?. ¿Conseguirá España, dejar de ser un país de amiguetes, donde prosperan los poderosos y los asociados al poder, y el resto vivimos tirando, en una mediocridad de pan para hoy y de hambre para mañana?. ¿Conseguirá España, respetarse a sí misma, dejando de ver visiones de que sus propios hijos son sus enemigos?. ¿Conseguirá España, sacarse los puñales que lleva clavándose en su propio cuerpo, mientras canta bien hondo, y aplauden todos el espectáculo anonadados?.
Recordemos el lema escrito del escudo oficial de España: «PLUS ULTRA», que, traducido del Latín al Castellano, significa «Más allá». Ese «más allá» de nuestro escudo, no es la muerte, sino el esfuerzo que nos es recordado debemos hacer siempre por superarnos, por ir siempre más lejos en el bienestar de todos, y en la grandeza de nuestro país, a la que estamos llamados a luchar todos juntos, en unidad y concordia, única manera de prosperar, y de alcanzar el primer propósito definido por nuestra primera Constitución, la de 1812: que el pueblo español, todos los que somos españoles, seamos felices.
FRAN AUDIJE
Madrid,España,30 de agosto del 2023
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