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Héctor Tenorio

Buenavista Tomatlán,28 de septiembre del 2023

A diferencia del ex presidente de la República, Carlos Salinas de Gortari, el mandatario Andrés Manuel López Obrador sí oye y ve a los opositores (aunque ambos hacen caso omiso a sus posicionamientos). Desde su perspectiva, se reúne con ellos de lunes a viernes en Las Mañaneras. Utiliza la tribuna mediática cuando cree necesario para descalificar a los medios de comunicación que se desvían de la narrativa oficial; le da igual si son chayoteros o no.

Quien difunda o magnifique los hechos de violencias que vive el país se convierte en opositor de la 4 Transformación. El tabasqueño parte de la premisa que su gobierno tiene una visión distinta a los periodistas y ejerce el derecho de réplica. Lo que demuestra es su molestia de que se le salga de control la agenda política. Quedó muy claro en La Mañanera del 24 de septiembre, cuando López Obrador discutió sobre los actos violentos en Chiapas con el periodista Ernesto Ledesma director de Rompeviento TV.

AMLO ha decidido que el sello de su sexenio sea la propaganda; utiliza las encuestas y deja en un segundo plano la información. Desde La Mañanera dicta la línea y los comunicólogos afines realizan réplicas, analizan e intentan descubrir lo que quiso decir realmente el Presidente…

Si bien es necesario puntualizar lo siguiente: Algunos dueños de los medios de comunicación que han visto afectados sus intereses económicos en este sexenio, utilizan de mala la fe la inseguridad y lo han hecho como parte de una campaña, cuyo objetivo es hacerle daño a la imagen del ejecutivo.

¿Por qué no han logrado que baje su popularidad? Los medios de comunicación tradicionales han ido perdiendo poder ante el auge de las redes sociales, el problema es que en esos lugares hay mucha información sin ninguna fuente. Pero creo que la principal razón es que la ciudadanía ha responsabilizado de los malos resultados en seguridad a los gobernadores, presidentes municipales, Ejército, Marina, Guardia Nacional y/o policías municipales.

En los lugares donde el narcotráfico gobierna la población sólo tiene terror de quedarse en medio de una balacera, no duerme y no hay certeza de nada.

Entonces, será interesante ver cuál será el juicio de las masas respecto a la seguridad en este sexenio, cuando AMLO deje el poder.