DISCREPAR

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Pensar distinto, o muy distinto; no estar de acuerdo; ser un «verso suelto»; ser un tipo raro ó ser una persona «sui géneris», etc, nunca debería constituir una extrañeza o un problema en la democracia sana y cabal, siempre y cuando nuestras discrepancias se encuentren dentro de la legalidad y del orden respetuoso con los derechos humanos.

La discrepancia es una característica básicamente definitoria de una democracia tal como debería ser. La discrepancia es lo que hace a la democracia. En la democracia, el disenso y la disparidad, son o debieran ser, el pan nuestro de cada día. Son el pulso correcto de una sociedad, que de verdad vive la diversidad político-social. Si encuentran ustedes una democracia donde la política y la sociedad son una balsa, desconfíen de esa calidad democrática, porque lo que más bien habrá será una comedia y un paripé, donde el cacique y el mafioso controlan la situación.

Los momentos de mayor tensión y disenso político que ha vivido España durante los últimos 50 años, fueron los transcurridos durante la Transición a la democracia, un periodo amplio, que desborda los 3 años, entre 1975 y 1978, en que se desconecto a España, Institucionalmente, del Régimen Franquista, y se confeccionó la actual Constitución política. Años en que España vivió hitos, como la legalización del Partido Comunista, la Ley del Aborto, la Ley del Divorcio, la entrada en la Unión Europea… Todo ello, sucesos rodeados de polémicas y de debates, donde se tuvo que emplear la tan medicinal tolerancia, el hacer de tripas corazón, y el estoico y patriótico lema de: «Todo por la patria, incluso extender mi mano al asesino de mis hermanos».

Esfuerzo, el de la Transición española, que sirvió para vivir unos años agitados, donde se respiró libertad de expresión, y donde comenzó una revolución de la libertad, luego ahogada y encarcelada por la corrupción política, la cual, no nos engañemos, nunca ha parado de crecer, convirtiendo a nuestro país en un lugar donde, discrepar de lo políticamente correcto, es notoriamente peligroso.

FRAN AUDIJE

Madrid,España,24 de noviembre del 2023
Los artículos de opinión son responsabilidad exclusiva de sus autores.


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