La desesperación de algunos aspirantes a un cargo de elección popular, los lleva a realizar acciones desesperadas como la «guerra sucia» contra quién consideran su competencia al grado de la difamación. Por ejemplo, Marybel Villegas Canché se queja de que no hay piso parejo en el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en el proceso para designar candidatas y candidatos de ese partido a la presidencia municipal o a una diputación; a Yensunny Martínez Hernández, alcaldesa de Othón O. Blanco, no dejan de señalarla de ineficiente e ignorante en los procesos de la administración pública; Mary Hernández Solís, para sus adversarios es corrupta e irresponsable.
Así podemos hablar de otros más, como el fuego amigo que recibe la alcaldesa de Puerto Morelos, Blanca Merari Tziu Muñoz, de parte del Partido del Trabajo, quienes se suponen deberían ser aliados. Lo mismo pasa en Cozumel con Juanita Alonso Marrufo, a quien sus competidores la evidencian de ineficiente y omisa; la acusan de solapar a grupos integrantes generadores de violencia, la que ha aumentado desde su llegada. Otro que sufre las consecuencias de aspirar a reelegirse es Diego Castañon Trejo, a quienes le publican sendas notas de su presunta ineficiencia, oportunidad que no dejan pasar sus adversarios para evidenciarlo como un imberbe político, a tal grado que le colocan el hashtag #Miprimerachamba. En Solidaridad la presidenta municipal Lilí Campos Miranda, se ha quejado todo el tiempo de la guerra sucia que le han armado sus adversarios, hasta las mañaneras las han llevado los asuntos de este municipio con tal de evidenciarla a nivel nacional. En resumen, esta elección parece una carnicería de acusaciones de todos contra todos, una batalla campal sin misericordia, donde los electores son el público a quien se le intenta convencer que «yo soy la mejor opción». La verdad es que el quehacer político está tan devaluado, que la mayoría ya no cree lo que uno diga del otro, porque después de ir y venir de tantos gobiernos, parece que se aplica el término «todos están cortados con la misma tijera». Ahí se las dejo.
SASCAB Después de casi dos años de no tener formalmente un presidente Estatal de la Comisión de Derechos Humanos, el lunes pasado la XVII Legislatura designó a Omega Istar Ponce Palomeque, como titular de ese organismo. Eso sí, la Comisión de Derechos Humanos en el Congreso le puso un ultimátum, de no dar resultados favorables en máximo un semestre, será citada a comparecer. Al tiempo…
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