Del torvo morral

¡Basta de que en el camino se acomodan las calabazas!

Héctor Cobá

Quintana Roo, 31 de enero del 2024

Es posible la caída de los pies, la cadera, las piernas, los brazos, las manos y hasta perdería la cabeza, de estar vivo, el prócer Felipe Carrillo Puerto, deshonrado su nombre con un llamado lleno de pompa aeropuerto internacional de Tulum.
Se moriría por el escándalo al ver la central “avionera”, en medio de la selva con arriates, macetas, jardineras y camellones con plantas y flores artificiales de plástico, ¡sí, artificiales! En plena selva quintanarroense desvirgada.
Más que deshonra para sus indios, indígenas o habitantes originarios de la península de Yucatán, que en este 2024, el gobierno federal haya denominado el “Año de Felipe Carrillo Puerto, Benemérito del Proletariado, Revolucionario y Defensor del Mayab”.


A los del aeropuerto internacional, a lo mejor les falta tantita vergüenza, pundonor y responsabilidad, y dejar de ponderar que para la construcción “se usaron prácticas internacionales en materia de infraestructura autosustentable, eficiencia energética y respeto al entorno ecológico”.
¿Las plantas de plástico generaran clorofila?, ¿van a generar algún tipo de osmosis?, ¿permiten el ahorro del agua?, ¿protegen la ecología?, ¿son insecticidas como el árbol Neem? Eso para nada, entre las 13 y 14 horas había moscos dentro del inmueble. Hecho comprobado el penúltimo día de enero.
¿Qué aeropuerto internacional? Ni que nada, ventanillas de atención a los viajeros inconclusas, un puesto de refrescos de hace dos meses ya no está, hay uno; elevadores sin funcionar, ningún local comercial abierto al público.


Eso sin contar la entrada de Tulum, sobre la avenida Tulum, en la carretera-calle, si se llega de Playa del Carmen hacia el aeropuerto nacional, esquina con la calle que va a la zona arqueológica, no funcionan los semáforos, las guarniciones están destrozadas, cuarteadas y rotas, más esa rúa muy sucia y llena de polvo.

Aeropuerto fantasma
Sería salvaje cerrar fuentes de empleo, pero a eso apunta el protagonista del texto, en medio de los municipios Tulum y Felipe Carrillo Puerto, selva que fue necesario destruir. Todo apunta a ello, hay ejemplos históricos: el aeropuerto de Kaua, o aeropuerto internacional de Chichén Itzá, Yucatán, desierto; aeropuerto de Palenque, Chiapas, desierto; el aeropuerto Felipe Ángeles, desierto.
Este 30 de enero hay que darles la razón a integrantes de la Asociación Mexicana de Transportadoras Turísticas, que si las autoridades del aeropuerto de marras se exceden en el costo para recoger pasaje, a ellos les consta, los transportadores de turistas se retiran y el de Tulum puede convertirse en un aeropuerto fantasma como sucedió en Yucatán con el aeropuerto de Kaua. Si las autoridades del Felipe Carrillo Puerto siguen con sus altos costos de operación avisarán a las aerolíneas internacionales que Tulum no es viable.


Por otra parte, otro transportista de turistas señaló que él ya avisó a las agencias de viajes que no da servicio al aeropuerto internacional de Tulum por los altos costos en cada traslado; así que recomienda la reducción de los excesivos precios.
Esto en el marco de la primera manifestación de 30 empresarios del transporte de turismo y 25 camionetas, en ese aeropuerto, que ni dos meses tiene de antigüedad, abierto al público el 1 de diciembre de 2023.


Protesta por el excesivo cobro del acceso a la zona federal de 805 pesos más IVA (993 mexicanos pesos), por cada traslado, mientras en el Aeropuerto Internacional de Cancún es un pago de 280 pesos.
Acción que muestra la falta de planeación del Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales (Indaabin), el órgano administrativo desconcentrado de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, encargado de ejercer las atribuciones que la Ley General de Bienes Nacionales.
Instancia administrativa que instauró el excesivo cobro, al parecer, sin un diagnostico o análisis socioeconómico de la zona y de los prestadores de servicios.


Se recomienda a todos los administradores involucrados de afera y de adentro del aeropuerto leer el libro de George R. Terry: Principios de administración* en el que señala, el proceso administrativo se compone de cuatro etapas elementales: planeación, organización, ejecución y control**. Lo primero brilla por su ausencia en el dichoso internacional aeropuerto, ¡claro! El proceso administrativo y la planeación de inicio.

Solución
Después de un intercambio de ideas entre el director general de la multicitada terminal aérea Javier Diego Campillo con los manifestantes, en la sala de acceso, con los transportistas encabezados por su presidente Roberto Rubio Sánchez, se hizo el compromiso para el día 31 de enero entregar una propuesta por escrito.
Por eso Rubio Sánchez, como se platicó el día anterior, hoy presentó una propuesta por escrito para la mejoría en la operación de servicios de traslados de turistas desde el aeródromo hacia sus centros de hospedaje; derecho de piso y/o tarifa acceso transporte terrestre esporádica, costo de $20.00 pesos ya con IVA (Impuesto al Valor Agregado).


Este podrá ser aplicado a las transportadoras y/o choferes guía que cuenten con un contrato y/o convenio establecido con la administración del aeródromo, este será aplicado por evento, o por llegada cada vez que se ingrese a los andenes de ascenso, con un costo de $300.00 ya con IVA. Que podrá ser aplicado a las transportadoras y/o choferes guía que no cuentan con contrato y/o convenio establecido con la administración del aeródromo, este será aplicado por evento, o por llegada cada vez que se ingrese a los andenes de ascenso.
En fin, se propone que el contrato a celebrar con el aeródromo sea de cinco años y tener por ese lapso de tiempo el pago Derecho de piso y/o tarifa acceso transporte terrestre esporádica fija ya que el costo de $4,400.00 pesos mensual por unidad, autorizado por el Indaabin es un costo elevado para la operación de las empresas como de los bolsillos de los turistas.

Colofón: los costos y precios exigidos resultan más caros del sector público que del rubro de la iniciativa privada
La frase ¡en el camino se acomodan las calabazas!, por primera vez se la escuché a un profesor de historia en la preparatoria, el siglo pasado ante de 1980. No es posible que en plena era adocenada, digital y de la supercarretera de la información se encuentren tantos yerros en una institución, la castrense, otrora epígono en la logística y teoría general de sistemas; por ejemplo, Napoleón; planeadores y planificadores por excelencia, pero ese tiempo ya pasó, no existe en el siglo 21, por eso: ¡Basta de que en el camino se acomodan las calabazas!

*Impresión de 1982 en México
**Puntos planteados por el autor en 1956, ni siquiera rebasa los 67 años, y los perdularios y flamantes administradores de empresa ya cambiaron los términos a planeación, organización, dirección (en lugar de ejecución) y control, y aún no terminan de entender los conceptos de Terry, ni en el siglo 20, mucho menos en el 21 donde la lectura y el estudio se reduce en lugar de aumentar.

hectorcobacc@gmail.com / Facebook: Héctor Cobá / X: @HctorCob

Los artículos de opinión son responsabilidad exclusiva de sus autores.


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