Isidro Galicia

Morelia, Mich. 23 de febrero del 2024

Un hombre con profundas raíces rurales, un político desconfiado e impredecible en su camino por la vida pública de la región de Apatzingán.

Nunca se doblegó ante sus adversarios e incluso se reveló al entonces gobernador, Leonel Godoy Rangel, situación que le provocó una guerra intestina de perredistas enconados por su actitud beligerante y el rechazo del entonces gobernador.

A Genaro Guízar Valencia lo marcó el Michoacanazo, decisión con un sesgo más político que jurídico, aunque no faltaban las sospechas en un tiempo donde la criminalidad se sobreponía a la autoridad y al gobierno. Pero el hilo se desprendió por lo más delgado.
Su origen humilde le permitió conectar con facilidad con la gente de las comunidades populares, de las colonias pobres y de los más necesitados de Apatzingán.

Tuvo consideraciones con las causas menesterosas; pero, fue implacable con los opositores políticos y detractores, a quienes los consideraba sus enemigos y con quienes personalizaba la disputa del poder.

Como gobernante tuvo luces y sombras. Sin una formación política o de carrera, Genaro Guízar tomó decisiones como alcalde de forma instintiva más que racional. Su cultura laboral desarrollada en los Estados Unidos, logró observar un espectro de oportunidad en Apatzingán; lamentablemente sus ideas no lograron incidir en la visión primitiva de los políticos locales.

Genaro Guízar terminó su trayecto político con una derrota en el 2018. Intentó en otras más situarse en los escenarios políticos que le permitieran regresar a la arena política de Apatzingán. Sin embargo, fracasó en sus intentos.

Un político surgido de las grietas polvorientas de la pobreza , allá en el Limón en el municipio de Aguililla. Un hombre que se identificó con las clases más empobrecidas de Apatzingán y que lo distinguió al calor de las notas de “Sin fortuna”, su himno que lo acompañó hasta este día.