La lucha por la equidad para nosotras es ardua y larga

Ciudad de México 29 de febrero del 2024

Todo comenzó con una invitación de una gran compañera, amiga, colega, hermana, sobre un reconocimiento internacional. Sin embargo, pronto descubriría que la ceremonia sería mucho más grande y significativa de lo que inicialmente había imaginado.

Ayer nos reunimos un grupo diverso de mujeres políticas, empresarias, feministas, tanto de manera presencial como virtual, para ser galardonadas por la «Asociación de Empresarios y Ciudades Hermanas». A pesar de nuestras diferencias en corrientes y posiciones, todas compartimos un compromiso común: la lucha por la equidad de la mujer.

Los discursos de la jornada fueron mensajes poderosos y llenos de fe en nuestra causa, pronunciados por mujeres inspiradoras como Ceci, Luz María Téllez, Rosalinda Pimentel Bermúdez, Emma Obrador Garrido Dominguez, y muchas otras, representando diversas edades, corrientes feministas, partidos políticos y sectores de la sociedad.

La presidenta de la Convención Nacional de Mujeres, Cecilia Espinoza, encendió el salón con los cantos feministas, los cuales nos conmovieron profundamente, recordándonos el porqué de nuestra lucha. Este reconocimiento iba más allá de los certificados y trofeos; era una afirmación de nuestra identidad colectiva, un momento para entrelazar nuestras fuerzas, sin perder nuestras identidades individuales de lucha. Nos propusimos crear una agenda nacional, apoyando con entusiasmo la posibilidad histórica de tener, por primera vez en siglos, a una mujer como Presidenta de la República en México.

Esta distinción no sólo significaba un reconocimiento a nuestra trayectoria y trabajo, sino también un llamado a seguir empujando para reparar la deuda histórica con las mujeres, asegurando nuestro derecho a estar en los espacios que elegimos. Espacios donde, incluso mientras ejercemos la maternidad, podamos impulsar nuevas visiones sociales sin enfrentar el escarnio de ser tachadas de exitosas y dejar de ser «buenas madres» o de ser poderosas, fuertes, valientes, inteligentes y líderes, sin ser reducidas a histéricas y locas.

Ayer fue un día magnífico, lleno de mujeres que inspiramos y luchamos desde nuestras trincheras por una equidad para la mujer. Fue una jornada que nos recordó la importancia de nuestra labor y el impacto que podemos tener cuando unimos nuestras voces y esfuerzos hacia un objetivo común. La lucha por la equidad para nosotras es ardua y larga, pero momentos como éstos refuerzan nuestra determinación y nos recuerdan que juntas somos imparables.

Gaby AgOri

Los artículos de opinión son responsabilidad exclusiva de sus autores. @UnidadParlamentariaEuropa


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