DE LA GLORIA DE «LOS TERCIOS», A LA INMUNDA ALCANTARILLA.
España atraviesa por una seria crisis, que no solo se circunscribe a lo económico, sino que tiene unas raíces mucho más profundas, que se entierran en lo moral y en la ética.
Esta crisis actual, que es una crisis global, padecida a nivel mundial, está mucho más agravada en España, por la corrupción política, que trasciende a toda la sociedad española. Nos pasa algo más desapercibida esta crisis, gracias a que estamos integrados en una gran potencia económica y democrática, como es la Unión Europea, lo cual posibilita a nuestros políticos realizar un maquillaje de la realidad, que es como una trampa de cartón-piedra, tras la cual se encuentra el verdadero panorama de corrupción y de miseria, que es la realidad subyacente de España
Lejos de todo el ruido mediático, nos vamos a las estadísticas, y vemos el Paro laboral tan enorme y endémico que padecemos, además de todas las medidas que se están tomando, de subida de Impuestos directos e indirectos. Paralelamente, no vemos en nuestros gobernantes el menor gesto de modestia en los gastos de la Administración, sino todo lo contrario. También se observa, un aumento de las fiestas y de las celebraciones culturales, lo cual se entiende por nuestras tradiciones en este sentido, pero, dada la situación de crisis aguda que vivimos, ahora mismo, tanto tambor, pandereta y castañuela, es, directamente, el «pan y circo» con el que están pretendiendo desviar la atención del pueblo.
Existe otra realidad, además de la estrictamente económica, y de la poca claridad de futuro para los jóvenes: el recorte en la libertad ciudadana, patente en la manipulación de los medios, y en un amordazamiento solapado de la libertad de expresión. Este recorte de libertad, me está hablando de que se pretende atar la situación, sin cambiar nada, que es la peor opción de todas.
España está necesitando reformas, y reformas de calado para acabar con la corrupción, que es uno de los principales lastres que nos impiden salir del atolladero. No basta con hacer una gestión económica impecable, lo cual se ha llevado a cabo en determinadas fases del periodo democrático que llevamos, sino que deberíamos hacer una apuesta decidida por acabar con la corrupción global que nos embarga, porque la corrupción está destruyendo nuestro sistema de vida y de progreso social, que comenzamos a trazar en la Transición, y que se ve con claridad está muy necesitado de amplias reformas, que perfeccionen lo que se logró realizar entonces, bajo los condicionantes coyunturales del régimen franquista del que partíamos.
FRAN AUDIJE
Madrid,España,2 de marzo del 2024
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