Who is Elvira Arellano? Parte 1


Chicago, Illinois, EEUU, 11 de abril del 2024

Redacción

Foto Elvira Arellano en el Monumento a los Mártires de Chicago (1o de mayo de 1886)

No se si conocen la historia de Elvira Arellano, pero en el año 2002 fue arrestada por el FBI; fue en la madrugada, en su casa en Chicago, Ill, como sospechosa y acusada de ser cómplice de los terroristas del 9/11 que tumbaron las Torres Gemelas de Nueva York.
Ella trabajaba en el aeropuerto limpiando aviones. Después de no encontrar nada en la investigación, la arrestaron y la pusieron a disposición del INS (la migra), para su inmediata deportación.
Elvira, ella como pudo, peleó su causa contra su deportación por ser madre de un hijo ciudadano (Saulito). De inmediato presentó su solicitud de visa, por ser madre de un ciudadano norteamericano, pero el antecedente de terrorista la persiguió, desestimaron su petición de primera preferencia y la discriminaron por el color de su piel y por posible potencial de estar relacionada con los Talibanes, de moda en estas épocas.
A pesar de que su hijo ciudadano nacido en EEUU, le daba los derechos para permanecer y regularizar su estancia, su solicitud fue rechazada en todas las instancias de gobierno. Finalmente y tras ser rechazadas todas las apelaciones que interpuso ante los jueces de inmigración, su caso fue negado por el gobierno federal y ordenó a la migra, para que de inmediato decretaran su deportación estableciéndose una fecha para que abandonara el país con todo y su hijo ciudadano norteamericano.
Pero Elvira, en vez de empacar sus maletas, inició el movimiento de autodefensa, un nuevo movimiento pidiendo santuario y refugio en la Iglesia Metodista Adalberto en la ciudad de Chicago.
La migra intentó de muchas maneras tratar de sacarla del santuario, su refugio. Sufrió el intenso espionaje y vigilancia de quienes esperaban atraparla cuando saliera a la calle por cualquier motivo. En las noches los agentes Federales, rondaban con sus patrullas en torno a la iglesia santuario donde se resguardaba. Toda esta persecución se prolongó día y noche, por todo un largo e intenso año.
Elvira luchando por su hijo ciudadano, logro y obtuvo el apoyo social y solidario a nivel nacional e internacional convirtiéndola en el icono del santuario al rehusarse a salir del país y al estar buscando la amnistía, no solo para ella, sino para todos los indocumentados de EEUU y del mundo.
Elvira en esas fechas, figuró en las listas de las mujeres más prominentes del mundo y tuvo cobertura mediática a nivel nacional e internacional. Se han hecho desde entonces varias películas biográficas de su lucha y también existen varias publicaciones y libros de su hazaña de resistencia contra las políticas inhumanas de migración en EEUU y en el mundo.
La lucha de Elvira fue la bujía para impulsar nueva legislación intentando lograr la regularización de millones de migrantes que siguen esperando sus permisos de trabajo.
Finalmente, una vez que la Cámara de Representantes, en Washington DC, falló en aprobar la nueva ley de amnistía y, muy a pesar, de tantas promesas encabezadas por el Caucus Hispano en el Congreso de la Unión. En su lugar Clinton aprovechó para impulsar su propia ley y acabar con las deportaciones, negándole a la comunidad migrante el proceso judicial de defensa de sus derechos humanos. La ley Clinton procedía directo a la deportación y no permitía el debido proceso. En vez de deportaciones serían remociones. No más tribunales, ni jueces, una vez identificados y arrestados, eran deportados, “removidos” inmediatamente.
Con este panorama, Elvira decidió salir de su santuario en Chicago e inició con ello, una gran marcha desde Los Ángeles hasta DC buscando el apoyo popular para demandar del Congreso Federal en DC, una nueva amnistía para los trabajadores internacionales. Con la consigna de «Somos Familia, tenemos derechos», (No somos criminales, somos trabajadores internacionales).
Elvira se trasladó a Los Ángeles, California, para iniciar la marcha con el apoyo de las organizaciones de varios estados de EEUU y de México. Justo al iniciar la protesta, frente a la iglesia de la Placita Olvera acompañada por el Padre Estrada y enfrente de toda la comunidad pro-migrantes que se formaba para iniciar la marcha, en el centro de Los Ángeles, Elvira fue una vez más detenida por el FBI quienes con el respaldo de oficiales de la migra, con un procedimiento express, arbitrario, ilegal e inhumano, fue privada de su libertad y, en menos de 3 horas, fue trasladada y deportada sin posibilidades de ninguna defensa legal, ni protección ni amparo hasta la ciudad de Tijuana, Baja California, México, donde fue abandonada y dejada en plena calle, sin notificar a las autoridades locales o nacionales, mexicanas. Y sin importarles las consecuencias de sus actos racistas.
Ya estando en México, Elvira continuó su lucha apoyando a las madres centroamericanas que buscaban a sus hijos/as desaparecidas en tránsito por territorio mexicano en ruta hacia los EEUU.
Encabezó con el Padre Alejandro Solalinde las manifestaciones en protesta del maltrató a los migrantes centroamericanos que viajaban en el lomo de “la bestia” (ferrocarril) y que actualmente, continúan luchando por un mejor trato y leyes más humanistas en el congreso mexicano y en las políticas públicas del gobierno federal.
Posteriormente, se unió y apoyó a las Caravanas de Madres Centroamericanas y mexicanas que buscaban la protección del asilo político como estrategia para lograr cruzar la frontera a los EE.UU y se sumó en solidaridad con el movimiento.
Este movimiento se realizó en varias ciudades de la frontera: Nuevo Laredo, Ciudad Juárez, Piedras Negra y Tijuana, Baja California y, a pesar de que Elvira Arellano, ya tenía en su haber una condena castigo de más de 20 años para no poder aplicar por su regularización en EEUU, y a pesar de que cruzar con ellas, significaría que le aumentarían el castigo otros 20 años más, decidió apoyar a sus hermanas migrantes y cruzó con ellas la frontera en Tijuana, Baja California y, regresó a Chicago, donde reside actualmente sin permiso de trabajar.
Para entonces Elvira Arellano, ya contaba con un hijo recién nacido en Michoacán, México (Emiliano) y, a pesar de tener solo 3 meses de haber nacido, Emiliano fue arrestado y ya quedó fichado, ahora él ya cuenta con un récord de cruzar el territorio “ilegalmente”. (Existe copia de la ficha con su fotografía y sus huellas al tener solo 3 meses de edad.)
Desde entonces su hijo Saulito, ciudadano de EEUU ha luchado en defensa de su madre desde que estaba en el santuario y constantemente estuvo viajando a México buscando la solidaridad de todos los grupos nacionales.
Actualmente Saulito de 26 años de edad, continúa estudiando en la universidad y preparándose. Actualmente ya es un oficial electo en la ciudad de Chicago y está muy metido en su carrera política electoral, para llegar en el futuro próximo congreso federal de los EEUU.

Los artículos de opinión son responsabilidad exclusiva de sus autores. @UnidadParlamentariaEuropa


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