VENCIÓ UNA CULTURA HEGEMÓNICA DESDE HACE UN SIGLO

JOEL ORTEGA JUÁREZ

Ciudad de México 3 de junio del 2024

La victoria aplastante de MORENA en las elecciones del día 2 de junio de 2024, donde Claudia Sheinbaum obtuvo el 60 % de los votos para presidenta, venció en 7 de 9 gubernaturas, obtuvo la mayoría calificada en la Cámara de Diputados y casi en la de Senadores, además de centenares de municipios y 9 de las 16 alcaldías de la Ciudad de México, volteando en ésta ciudad los resultados del 2021; es el resultado de una hegemonía cultural, ideológica y política vigente desde hace un siglo, expresada a través  de los partidos  Nacional Revolucionario PNR, de la Revolución Mexicana PRM, del Partido Revolucionario Institucional PRI y ahora de MORENA.

Es la hegemonía de la ideología de la Revolución Mexicana.

Esa es la verdadera fuente del poderío de AMLO, gracias a su talento ha logrado en un tramo relativamente corto de 30 años, vaciar al PRI, tragarse a las izquierdas independientes – comunistas de todo tipo, maoístas, socialistas, trotskistas, ex guerrilleros, cristianos de base, que se disolvieron para crear el PRD en 1989- creando un extraño instrumento político denominado MORENA, Movimiento de Regeneración Nacional cuyo nombre evoca a la Virgen de Guadalupe, donde hoy cohabitan los priistas que son mayoría en sus dirigentes, gobernantes, diputados, federales y locales, funcionarios y dirigentes, con caudillos territoriales, “coyotes” de ambulantes, taxistas, comisarios ejidales, colonos, jefes de sectas religiosas, todos los sindicatos del país, una parte de las élites y burocracias universitarias, culturales, personajes de la farándula, escritores, bufones y decenas de miles de cortesanos del aparato del Estado.

Todo ese “mundo” procede y tiene los hábitos, las costumbres y las mañas del priismo de varias décadas.

Su gran base social también la conforman los beneficiarios de sus llamados “programas sociales”, que son en realidad subsidios y “becas” para unos 12 millones de personas de “la tercera edad”, 4 millones de los llamados “NiNis” o “jóvenes construyendo futuro”, becas para estudiantes, que en conjunto forman un universo cercano a los 30 millones de personas.

Además hay varias decenas de miles de personas que tienen “chambas” en los diversos aparatos del Estado, como el Congreso de la Unión y los Congresos de los estados donde< “trabajan” como “asesores” y todo tipo de gestorías.

Esa vieja cultura priista tiene una gran aprobación en la sociedad, como lo vimos ayer con el 60 % de los votantes que suman casi 38 o 40 millones de electores. Casi 10 millones de votos más que los obtenidos en 2018 por AMLO en las boletas y ahora los que votaron por él sin estar en las boletas, pero transfirieron sus votos a Claudia Sheinbaum y sus candidatos en MORENA, PT y Partido Verde.

No hay que engañarse, su vinculación con MORENA y AMLO es genuina, no es solamente clientelar.

La gente que votó este 2 de junio 2024 esta convencida que la Cuarta Transformación es una “revolución política pacífica” que le quitó privilegios a la “mafia del poder”, acabó con la corrupción y se enfrenta a una resistencia de los oligarcas, los conservadores, los “fifis” y demás lacras.

No importa que los grandes capitalistas como Carlos Slim y los demás integrantes del Consejo Asesor del presidente sean sus aliados, sus socios y en realidad sus patrones.

Tampoco importa que durante su gobierno casi el 80 % de la obra pública se haya asignado de manera directa sin licitación, sin concursos y mediante la gestiones de sus hijos, otros familiares y empresarios favoritos como Riobó, Chávez el de los proyectos turísticos y muchos más , ninguno ha sido investigado y mucho menos sancionado.

Tampoco la gente rechazó con sus votos la militarización del país.

La impunidad es total.

La política criminal de AMLO contra los migrantes mexicanos y los del resto del mundo no mereció ninguna condena Trump y Biden, están contentos con esa política.

Como lo ha dicho el presidente antes y después de las elecciones, lo que hubo fue un referéndum, sobre la gestión y la política de Andrés Manual López Obrador.

Ese referéndum puso las bases de un nuevo régimen autárquico, contario a la república democrática. Es la ruta mexicana hacia la dictadura tipo Venezuela, Cuba o Nicaragua.

Esa vía cuenta con el apoyo inmenso de la gente. Los votos que obtuvo se ubican en todas las clases sociales, las regiones del país, y casi todas las generaciones.  Exceptuando a los jóvenes a los que no les interesa la política, pero los pocos que concurrieron a las urnas votaron por MORENA.

Ayer fue derrotada la generación que luchó contra el Estado en el Movimiento de 1968 y el 10 de junio de 1971.

Fue derrotada la élite que colocó en el centro la denuncia contra las pretensiones de AMLO de eliminar a la Suprema Corte de Justicia y someterla, suprimir a los Institutos Autónomos, eliminar a las minorías de la Cámara de Diputados. Esos temas no le interesan a la mayoría.

También fue derrotada una oposición integrada por partidos enormemente desprestigiados como el PRI y el PAN.

No bastan los llamados “líderes de opinión” para construir un movimiento político opositor.

Los resultados de ayer requieren una reflexión muy profunda.

Salió derrotada también la “oposición leal” tipo Cuauhtémoc Cárdenas y la de los intelectuales que evadieron comprometerse con la candidatura de Xóchitl Gálvez, quien no pudo sacudirse a los burócratas del llamado PRIAN y convertir a la “ola rosa” en una fuerza político-electoral. Xóchitl realizó un gran esfuerzo y tuvo valentía, peto no consiguió estructurar una propuesta atractiva para millones de personas que no participan en la vida electoral, especialmente no convenció a los jóvenes.

Los movimientos autónomos de ecologistas, feministas, mujeres buscadoras, víctimas de la violencia, los del EZLN, los grupos doctrinarios “comunistas”, trotskistas, los estudiantes, maestros de la CNTE y otros semejantes optaron por la denuncia “clasista” , “popular”  o “radical” y se negaron a votar por Xóchitl.

Ha sido muy importante para la victoria de Claudia Sheinbaum el “trauma” heredado por el priismo de negarse a cualquier alianza con la “derecha”.

Muchos grupos de intelectuales no quisieron expresar su denuncia elaborada en ensayos, documentos y sumarse al voto por Xóchitl.

En suma, Andrés Manuel López Obrador consiguió sus objetivos y ha sido el verdadero triunfante de las elecciones. Claudia Sheinbaum está bajo el total control de AMLO, le impuso los candidatos a diputados, senadores, gobernadores y quizá varios de los integrantes de su gabinete.

Urge dar un viraje teórico político y dar la palabra a los jóvenes.

Los artículos de opinión son responsabilidad exclusiva de sus autores. @UnidadParlamentariaEuropa


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