JOEL ORTEGA JUÁREZ

Ciudad de México 21 de junio del 2024

Antes que nada, no hay que pedirle peras al olmo. Ganó Claudia Sheinbaum, lo lógico es un gabinete acorde a sus visiones y sus alianzas. Ha sido muy clara, su gobierno es el “segundo piso de la cuarta transformación”. Es por convicción parte del “proyecto” de Andrés Manuel López Obrador, quien es no solamente su jefe, sino su líder y además su gran promotor, su jefe de campaña y quien le “transfirió” su gran popularidad, para obtener el triunfo aplastante del 7 de junio del 2024.

En éste primer paquete del gabinete, hay nombramientos significativos.
Empecemos por el de Marcelo Ebrard, es un “mensaje” de reconciliación al interior del equipo gobernante. Marcelo fue la “corcholata” más competitiva de Claudia. Se llegó a especular que era mejor su candidatura para atraer a los moderados, a las capas medias, e incluso a los priistas, aunque ya hemos visto que a éstos se les atrae por otros medios: embajadas, senadurías, diputaciones, gubernaturas, como lo ha hecho magistralmente Andrés Manuel López Obrador, al grado que ya hay más priistas con posiciones importantes en MORENA que en la franquicia en extinción del PRI, de “Alito. MORENA es lo que quería Adolfo Gilly “el cuarto partido de la revolución mexicana” , es decir es el PRI 4 , sucesor del PNR, el PRM y el PRI.

Marcelo es un priista de larga data, en 1985 era asistente de Manuel Camacho, así lo conocí tomando la minuta de las reuniones en una Texas instrument, era un “nerd”, acudía a las reuniones para buscar una negociación con la gente de Cuauhtémoc Cárdenas, en pleno agosto de 1988, en un clima de tensión insólito. Ahí tomaba nota en su Texas instrument de la oferta de Carlos Salinas, planteada por Manuel Camacho de otorgar a Cuauhtémoc, las gubernaturas de Michoacán, Baja California, Guerrero y la promesa de elecciones en el DF para Porfirio Muñoz Ledo. “Oferta” que rechazó Rafael Aguilar Talamantes, planteando “aceptamos pero al revés. Cuauhtémoc Presidente y las gubernaturas para ustedes”.

Me tocó asistir a esas reuniones “privadas”, les llamaba Porfirio Muñoz Ledo, por mi amistad con Manuel Aguilera Gómez.
Después tuve una relación ríspida con Marcelo Ebrard cuando era jefe de gobierno, por reprimir a los estudiantes el 2 de octubre de 2008, entre los que se encontraba mi hijo.

Como fiel seguidor de Camacho, formó un partido con él que no consiguió ni el registro y después se aliaron a AMLO.
Ebrard “aguantó” dos veces y cedió las candidaturas a AMLO en 2006 y 2018, e incluso la tercera a Claudia Sheinbaum. Es un hombre “disciplinado” al más puro estilo priista.
Rosaura Ruiz es , sin duda, la persona más cercana a Claudia Sheinbaum, desde hace muchos años. Desde la época en que Rosaura era esposa del Pino Salvador Martínez della Roca, verdadero tutor político de Claudia, de Carlos Imaz e Imanol Ordorica, incluso fueron vecinos muchos años, en un predio en el Ajusco que adquirieron a los ejidatarios o comuneros sin escrituras de por medio, porque no habían escrituras, no por la falacia de que despojaron a los campesinos. Fueron varios cercanos a Punto Crítico los que se agruparon para adquirir esos terrenos y construir sus casas ahí, entre ellos mi gran amigo Eliezer Morales Aragón; el Pino y Rosaura con su pequeña hija; Carlos Imaz y Claudia y sus hijos, Sergio Zermeño y Ernesto Ruiz, hermano de Rosaura y eterno amigo y asistente del Pino. Dada esa relación tan larga y estrecha, se esperaba una “posición” más importante para Rosaura, por lo menos Educación o incluso Gobernación o jefa de Gabinete.

No me atrevo a especular por qué solamente quedó al frente de la recién creada Secretaría de Ciencia, Tecnología y Humanidades. A lo mejor es para iniciar en esa alineación y luego ascender.
La designación de Juan Ramón de la Fuente es un abierto mensaje a los “moderados” y exaltando la sensatez del antiguo y polémico rector de la UNAM. Alicia Bárcenas es un mensaje a los “bolivarianos” y dicen un reconocimiento a su “expertis” en materia ambiental.

A Ernestina Godoy se dice que fue una petición expresa de AMLO, en una posición que jugó un papel central con AMLO a través de Julio Scherer. Sería un “eslabón” con el próximo habitante de “La Chingada”, mientras no venga a la Ciudad de México a “visitar a su compañera”.

A Julio Berdegué no lo conozco, supongo que tiene méritos y quizá sea primo de Imanol Ordorica.
Vamos a ver a quiénes nombra en el resto del gabinete.
En resumen es otra vuelta a la tuerca de la casta que tiene el poder hace más de un siglo.

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