LA INSOPORTABLE LIBERTAD DEL CONTRINCANTE

En los últimos tiempos, se viene dando una severa contestación a los cambios políticos pretendidos desde la presidencia del señor Pedro Sánchez Pérez-Castejón. Cambios que se pretenden materializar de una manera fraudulenta, es decir, al margen de la actual Constitución de 1978, la cual establece una serie de protocolos y de procesos para llevar a cabo revoluciones, como la que nos quieren imponer, sin práctica consulta a los españoles, al tiempo que se saltan barreras legales y jurídicas de toda clase, que han permitido muchos de los avances que se están dando, los cuales, en la realidad, son retrocesos para la libertad y para la democracia que siempre hemos anhelado.

Todo esto que viene sucediendo, es lo más cercano a un auténtico Golpe de Estado, porque nos quieren colar un modelo de Estado totalitario, anestesiando a la sociedad con estratagemas diversas, y con una apariencia de normalidad, que para nada es normal, porque en una democracia de rigor, no se llevan a cabo las reformas que se están llevando a cabo, la mayoría relacionadas con el acaparamiento de poder en el poder presidencial de D. Pedro Sánchez Pérez-Castejón, sin hacer ni un solo referéndum, ni explicar bien explicado a los ciudadanos, lo que de verdad se pretende.

Los que se sienten beneficiados por el nuevo Estado que pretenden colarnos por la escuadra a los españoles, defienden a capa y espada lo que sucede, por muy ilegal que sea, porque, resulta que, estos beneficiarios, serían los nuevos mandamases dentro de una sociedad parcialmente libre, y parcialmente triunfadora, puesto que serían estos los que iban a ver materializados sus sueños, así, a golpe de decreto, al más puro estilo franquista, figura, por otro lado, constantemente vapuleada, pero que les está sirviendo de modelo.

Las contradicciones e incoherencias, en las que estos verdaderos golpistas caen continuamente, son las que posibilitan la contestación que se les está dando, y no solo desde la derecha política, ya que existen amplios sectores de la izquierda política, que participan de esta contestación, porque es obvio que lo que nos quieren imponer ladinamente, y como quien no quiere la cosa, es algo fuera de la democracia y de un Estado donde impere el Derecho. Se trata de una regresión política de un calibre inusitado, en la que volveríamos al absolutismo de Fernando VII, siendo optimistas, porque algunos de los ramalazos que manifiestan los antidemócratas estos, llegan a tener visos medievales, y no exagero.

La única forma de defensa que demuestran hasta ahora, es mentir una vez tras otra, desde la nostalgia del que gustaría poder tener atado de pies y manos a la prensa y a la oposición en general, como en los tiempos de Franco. Se trata de la insoportable libertad del contrincante, al que les gustaría poner la zancadilla, ya que no encuentran ninguna otra manera de pararle.

Es curioso que, estos defensores del totalitarismo, y sus beneficiarios, que, como hemos dicho, son solo unos cuantitos, detesten tanto las críticas que se les hacen, y que se les dejen al aire todas sus vergüenzas, cuando, en otros tiempos, eran ellos los que criticaban y pretendían dejar al aire las vergüenzas de sus enemigos políticos, y, en muchas ocasiones, poniendo de manifiesto grandes verdades, exactamente igual que hacemos ahora los que no comulgamos con las ruedas de molino de este nuevo régimen, que se han sacado de la manga del prestidigitador, Pedro Sánchez Pérez-Castejón.

FRAN AUDIJE

Madrid, España,1 de julio 2024

Los artículos de opinión son responsabilidad exclusiva de sus autores. @UnidadParlamentariaEuropa


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