JOEL ORTEGA JUÁREZ

Ciudad de México 21 de agosto del 2024

AMLO está desesperado y da golpes sin aparente sentido. En un arranque demagógico desafió a sus grandes aliados del gran capital, exigió que los cinco más grandes millonarios, Carlos Slim, Germán Larrea, Ricardo Salinas, la familia Bailléres y María Asunción Arámburuzabala -excluyendo a Emilio Azcárraga, no entiendo por qué – tomen posición pública ante el tema de la reforma judicial y la sobrerrepresentación. Señalando que tienen que optar por el cambio popular o la defensa de la “mafia en el poder”, curiosamente al final de su sexenio, durante el cual no los toco ni con el pétalo de una rosa.
Siguiendo la voz del amo, sus secuaces hacen declaraciones “radicales”, hablan de rescatar al ISSSTE del “neoliberalismo” y “nacionalizarlo”. Una postura delirante y absurda.

Es una demagogia muy calculada para poner en el debate esa falsa “radicalización” de fin de sexenio. Pretendiendo colocar la discusión política ante una disyuntiva falsa: con AMLO o con la “derecha”, al estilo de Luis Echeverría y sus secuaces, que inventaron el dilema “Echeverría o el fascismo”. Por ello es muy oportuna la carta del Sub Comandante Marcos, donde escribe, entre otras cosas, AMLO “Tuvo el autoritarismo de Gustavo Díaz Ordaz; el nacionalismo de cartón piedra de Luis Echeverría Álvarez, la demagogia corrupta de José López Portillo, la mediocridad administrativa de Miguel de la Madrid, la perversidad de Carlos Salinas de Gortari, la vocación criminal de Ernesto Zedillo”.

Esa perversiòn es la que utiliza, para desviar el debate en torno a su Plan C y el agandalle de convertir su 54% en 75%, para obtener la mayorìa constitucional, para aprobar sus “reformas”, que significan, de aprobarse, un paso rumbo a la dictadura.
Tomar por asalto el poder judicial, bajo el disfraz de una “elecciòn democràtica” de los órganos de ese poder e incluso de todos los jueces, sinifica la anulaciòn de un tipo de república democrática y sustituirla por un poder centrado en una sola persona.
En ese sentido del resto de sus “reformas, donde se desaparecen los organismos autónomos.

Pero AMLO tiene la maña genética de sus raíces priistas, por ello se pone la “máscara roja”.
Desde mi punto de vista, su demagogia ha sido usada desde la época de los griegos y los romanos y de manera muy especial por Hitler y Mussolini, ambos atacaban a la “burguesía” y se ostentaban como defensores del “pueblo”.
Es querer ponerle tres pies al gato, calificarlo de “populista”, “bonapartista” y otras “categorías” elaboradas para otras realidades y en momentos muy diferentes.
No es momento de veleidades, supuestamente “teóricas”.
Estamos ante el diseño de un ruta rumbo a la dictadura.
Ese es el tema, como escriben ahora los jóvenes, el reto, el desafío , actuar para impedir esa ruta rumbo a la dictadura y en defensa de la república democrática.
Este escenario político, exige un sistema de alianzas que rebasan los términos de izquierda y derecha, en buena medida anacrónicos o incluso caretas de simuladores, en el caso de los “izquierdistas” secuaces de AMLO.
Por eso es muy importante la postura del Sub Comandante Marcos, demuestra que existen fuerzas, movimientos , pequeños partidos y personas, que tienen una larga trayectoria de lucha contra el poder autoritario, desde le era del PRI sin excluir al gobierno antipopular de AMLO.
Es una realidad que AMLO es un gran estafador, capaz de seducir a millones bajo una falsa postura basada en el slogan “primero los pobres” aunque sus resultados sean lo contrario, tanto la pobreza en general, como la pobreza extrema aumentaron a pesar de sus llamados “programas sociales” que son en realidad dádivas, limosnerismo les llamaba Manul Aguilera Gómez.
Durante su sexenio no hubo una sola reforma social.
Benefició a los grandes capitales, que incrementaron sus fortunas como nunca antes y se asoció con ellos para la realización de sus farónicos proyectos: el Tren Maya, el AIFA, el interocénico, la refinería de Cuatro bocas, donde además, se enriquecieron sus hijos como coyotes de sus amigos “empresarios”, a veces con supestas compañías inexistentes antes del sexenio de AMLO.
Se forjó, una capa de millonarios, mediante esas gestorías, absolutamente al margen de las normas, y contrarias a la supuesta AUSTERIDAD .
Ahora ha surgido entre algunos comentócratas, una cierta tendencia que considera que Claudia Sheinbaum, dará un viraje en contra de AMLO, esa conjetura es alentada por sus operadores, cuando todos los días repite todas y cada una de las propuestas del presidente, entre ellas el PLAN C, “sin quitar una coma”.
Aunque, en un “modelo” de control político tan especial, existen “tribus” y hay tensiones, el caudillo siempre tiene todo el poder para ponerlas quietas.
La cuestión de agosto de 2004, es hacer todo lo posible para defender la república democrática en riesgo, de ser sustituida por una dictadura.

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