EL CORRECTO SENTIDO DE LA LIBERTAD

La libertad no es que yo hago lo que me parece, porque puedo y no pasa nada, y los demás se aguantan. La libertad no es un privilegio del que gozan unos cuantos, mientras pisan la dignidad del resto. La libertad no es que yo soy libre y gozo de derechos, y los demás se fastidian sin derechos y sin libertad. La libertad no es opresora, la libertad no es vengativa ni revanchista. Por el contrario, la libertad es aglutinadora y solidaria, es una invitación comunitaria a la realización de un proyecto entre todos, teniendo en cuenta la diversidad de maneras de ser y de pensar.

La libertad, pues, no debería verse como algo individual o a pequeña escala, sino como algo que engloba a todo un gran conglomerado de personas o ciudadanos, que trabajan todos unidos, en aras de una convivencia fructífera, que permita la realización de todos y cada uno de los miembros de la comunidad o de la nación, pese a las diferencias que se presenten entre ellos.

La libertad es el arte del respeto y de la tolerancia, que consigue la coordinación de toda una sociedad diversa, dentro de un sistema jurídico, capaz de sostener la convivencia multicultural, dirimiendo los lógicos conflictos que surgen en dicha convivencia, de manera que se pueda respirar justicia, y una confianza en la alianza permanente del poder, hacia los derechos más fundamentales y básicos, los cuales son aquellos que informan a todos los demás derechos, y sin los cuales tampoco se hace posible disfrutar de ellos, y, por lo tanto, de una libertad global.

La libertad implica una sensibilidad social, que permita la solidaridad con aquellos que son más débiles, para que nadie se quede atrás, y todos podamos prosperar en función de nuestro esfuerzo y posibilidades propias. La libertad no quita oportunidades, sino que las brinda. La libertad no mira con «ojeriza» a nadie, sino con la mejor fe y las mejores intenciones, porque todos somos parte de un mismo proyecto, y todos debemos contar con un puesto y una responsabilidad en el mismo, ya que este factor va a ser el que posibilite el desarrollo personal y comunitario.

La libertad no es un yo, sin los demás. La libertad es un yo, y todos los demás, aportando cada cual su parte, y respetándonos entre todos, con la mejor fe común de prosperidad.

FRAN AUDIJE

Madrid, España, 6 de septiembre 2024.

Los artículos de opinión son responsabilidad exclusiva de sus autores. @UnidadParlamentariaEuropa


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