EL RETORNO DE LA MISERIA

España da marcha atrás, porque, en vez de perfeccionar el sistema democrático adquirido durante el periodo transitorio, 1975-1978, se está quitando del medio la democracia, merced a la llegada a la presidencia del Gobierno, de una coalición de partidos de izquierda e independentistas, liderados por el Partido Socialista Obrero Español, bajo la presidencia de Pedro Sánchez Pérez-Castejón, un señor que asegura que «España avanza», como aseguró que acabaría con la corrupción, mientras acusaba de corrupto al partido al que arrebató el poder, en moción de censura.

A día de hoy, España avanza, efectivamente, hacia la regresión de un absolutismo, pero sin rey, en el que se está institucionalizando la injusticia, ya que se pretende acaparar cada vez más poder, y concentrarlo en las manos del Poder Ejecutivo, en una estrategia para que no se le escape la detención del poder de España a esta izquierda coaligada con los independentistas, sin que estemos muy seguros de lo que pretenden hacer con nuestro país.

No estamos seguros de los planes de futuro, pero sí sabemos que la izquierda, a medida que se desplaza hacia su zona más radical, tiene la idea de España cada vez menos clara. Si sumamos la carga de los enemigos declarados de España, con DNI español, como son los independentistas catalanes y vascos, obtenemos como resultado un peso en contra de lo que hoy conocemos como España, con toda la pinta de que van a volver fantasmas tétricos del pasado, si esto no se hunde antes, y nos vemos obligados a salir eyectados.

Curiosa es la figura que lidera este fracaso, el señor, Pedro Sánchez Pérez-Castejón, a mi juicio bastante incompetente para gobernar un país desarrollado de la Unión Europea, sin perjuicio de que en el cuerno de África pudiera albergar algún éxito, pero, sin embargo, con una extraordinaria habilidad para hacer lo que está haciendo: aferrarse al poder contra viento y marea, mientras desmonta la España que hoy conocemos. Todo esto, asolado por procesos judiciales de corrupción, que le tocan muy de cerca, y le señalan como embaucador y estafador político al pueblo español, del que ni siquiera cuenta con la mitad de su respaldo electoral.

No se puede decir que la democracia española que hemos conocido, fuera un mar de bondades y de prosperidad, aunque parece ser que ha posibilitado el mejor nivel de vida que hemos tenido en la Historia. Ahí estuvo siempre el paro laboral galopante, y unos niveles de corrupción escandalosos, por lo que habría que haber hecho ajustes y reformas, de modo que nuestro sistema mejorara, y se hiciera realidad el lema patrio del «Plus Ultra», es decir, de ir más allá. Por el contrario, parece que hemos decidido volver a tiempos pretéritos, aquellos del vasallaje y las castas, bajo la guía de unos señores que se autocalifican de progresistas, y que presumen de humanidad y de feminismo. «Dime de lo que presumes, y te diré de lo que careces», dice el sabio refrán castellano.

FRAN AUDIJE

Madrid, España, 8 de septiembre 2024.

Los artículos de opinión son responsabilidad exclusiva de sus autores. @UnidadParlamentariaEuropa


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