Saraí Ibarra
Tlalpan, Ciudad de México 19 septiembre del 2024.
Por Saraí Ibarra
Un día como hoy, jueves 19 en la Secundaria 279 “La generación X”.
Mi amiga Isabel, de la secundaria nos dice:
– Hace 39 años, a las 7:19 a.m. uno de los peores sismos que han ocurrido en nuestro país, provocó grandes pérdidas humanas.
A esta hora (10:14 a.m.), nos encontrábamos en nuestro salón de clase (3o. De Secundaria), ajenos a la tragedia que había ocurrido.
¡Y es cierto!
Fue un jueves 19 de septiembre, un día como hoy
A las 7:19 estábamos en formación, cuando sentimos el temor primero, reímos porque la subdirectora le veíamos columpiarse, después nos asustamos, era mucho tiempo, y sentíamos brincar, algunas amigas y compañeras, nos abrazamos entre sí.
Había mucho ruido, murmullos, mucho movimiento.
¡Cómo no!, si fue un sismo oscilatorio y trepidatorio.
Terminó, vivimos el momento, y después, continuamos con las clases.
Yo, cuando llegué a casa de mi abuelita (en paz descanse) ¡uy, ni quise comer! porque estaba Guillermo Ochoa en las noticias, viendo todo el desastre, inimaginable en nosotros dentro de la escuela e indescriptible para las nuevas generaciones.
La abracé y le pedí, me llevara con mis papás.
(No entendía bien lo que pasaba, estaba muy asustada).
Cuando llegué a casa, mi papito (en paz descanse, también), se levantó de su silla y corrió a la puerta, con lágrimas en los ojos, me abrazó pidiéndome perdón, por no haberse regresado a la escuela por mí.
Fueron semanas de no ir a la escuela, y de estar viendo noticias, sin poder salir de casa, viendo sólo tragedias, destrozos materiales, construcciones caídas, ¡tantas pérdidas humanas!
Recuerdo a mi papá contando cómo vivió el sismo, con mi hermanito de 5 o 6 años, pero ignoraba, la magnitud del desastre.
Y de todo lo que se arrepentía por no haberse regresado por mí.
Por otro lado mi mamita que estaba en casa dando de desayunar a mis dos hermanitas menores, para ir a la primaria y nos narraba cómo se fue la señal de el programa de «Hoy mismo» con Lourdes Guerrero que hablaba en ese momento. Y cómo se cayó la empresa de comunicación.
También ella, estaba asustada.
Han pasado ya 39 años, ¡Ese día, no se olvida!
Gracias, a Dios, mis compañeros de la secundaria podemos contarlo.
Y lo más bello y el regalo más preciado, que Dios nos regaló es que nos seguimos frecuentando y estamos el uno para el otro.
Siempre pendientes y con mucho amor y cariño.
Somos bendecidos.
Dios nos bendiga.
Isa,termina diciendo: –¡¡Gracias Dios, porque después de tantos años, nos sigues bendiciendo con el regalo de la VIDA!!
Oración, a la cuál, me uno con ella.
Gracias Dios, Gracias, Vida
Gracias,
Por otro lado comenta Rogelio, nuestro amigo y compañero de la secundaria:
Recuerdo que estábamos en formación y Álvaro (El prefecto) estaba a punto de dar la orden que avanzaramos a nuestros salones pero salió Silvia (Prefecta también), salió de la dirección y le dijo que esperara, comenzó el movimiento, nos quedamos callados, ¡asustado yo! sin saber que hacer, al fin como adolescentes, algunos empezaron a bromear y otros intentaban digerir esta experiencia nunca antes vivida.
Pero al llegar a nuestras casas vimos la magnitud de la tragedia y que por algunos minutos nos salvamos porque en las noticias apareció que la secundaria no estaba en condiciones de funcionar.
Y sigue expresando preocupado:
–¡Que hubiera pasado si hubiéramos estado en los salones!
GENERACIÓN X
(Como dice Octavio):
Somos muy afortunados de vivir y pasar todos estos eventos en estos años y seguimos aquí con cicatrices, pero fortalecidos.
Me enorgullezco de pertenecer a esta generación que nunca se ha dado por vencida y que siempre ha sacado lo mejor de nosotros en los peores momentos.
Y así es, ¡nos sentimos afortunados y orgullosos!
Hago oración por todos los fallecidos, por los que perdieron su trabajo, sus viviendas, a sus familiares, y a los que quedaron imposibilitados para trabajar.
Recordarlo es sentir ese gran dolor de la tragedia;
Y recordar el amor de mis papás, de mi Abuelita (Abita, le decíamos).
Y la bendición de contar con mis amigos de la secundaria que seguimos unidos.
Y a ellos les dedico esto.
Ada Nelly Saraí Ibarra al cuadrado. (Así me decían en la secundaria).
Y así con risas y llanto nos encontramos la Generación X de la Secundaria 276.
Ahora, Secundaria No. 276 “Juventino Rosas”.
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