Podríamos definir lo que solemos llamar el «sentido común», la capacidad de dominar y moderar el ímpetu de las pasiones y de los instintos. En este sentido, también podríamos hablar de sensatez y equilibrio, y de un acercamiento a las virtudes que hacen humano al hombre, sin desdeñar sus necesidades materiales y de concupiscencia, que resultan encauzadas adecuadamente, y de manera que nos ayudan a crecer como personas morales y éticas.

El sentido común, resulta de la reflexión bien intencionada y de buena fe. Cuando hacemos cábalas para hacer el mal, o para perjudicar conscientemente a otras personas, estamos haciendo un ejercicio diametralmente opuesto al sentido común, porque el mal y el daño, son completamente pasionales e irracionales, por más que se encuentren bien planeados y urdidos.

La inteligencia es una cualidad humana, que no está aliada necesariamente con el sentido común. Existe otra cualidad humana, como es la sabiduría, que también podríamos decir que es la inteligencia aplicada a hacer el bien y a beneficiar abnegadamente a los demás. Se puede ser muy inteligente, pero no tener sentido común. Y se puede contar con un coeficiente de inteligencia mediocre, pero ser una buena persona y tener una gran calidad humana, lo que equivale a ser sabio.

En las sociedades de nuestro tiempo, se tiende a valorar mucho la inteligencia, pero no tanto la capacidad para hacer el bien. Pero, según mi criterio, no existe mayor incompetencia que tener una inteligencia al servicio de uno mismo, sin capacidad para tener en cuenta a los demás. El sabio mira antes por el prójimo que por sí mismo, y pone su beneficio en función del beneficio del otro, nunca al contrario.

Solemos decir sobre el sentido común, que es el menos común de los sentidos, lo cual es totalmente cierto. La brutalidad humana, el predominio de lo pasional y de lo instintivo, es algo que nos tienta con gran intensidad, y que debe ser amaestrado, como un potro salvaje con el que nacemos todos, y que debemos ir aprendiendo a amansar a lo largo de nuestra vida, por el bien de la convivencia y de la sociedad.

FRAN AUDIJE

Madrid,España, 7 de octubre 2024

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