EL NUEVO ABSOLUTISMO CONTRA EL QUE LUCHAMOS

Estamos asistiendo a un verdadero desafío a la democracia, que podría llegar mucho más lejos, porque si el actual presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y los cargos clave que le apoyan para mantenerse en el poder, no dimiten, y ponen su cargo a disposición del Congreso de los Diputados, a pesar de los procesos judiciales en los que están inmersos, lo cual les hace firmemente sospechosos de comportamientos ilegales de corrupción pura y dura, podría desencadenarse un conflicto bastante grave, que no me atrevo a vaticinar, porque nos queda la esperanza de que la Unión Europea, como adalid de la democracia y los derechos humanos en el mundo, tome cartas en el asunto, e impida que toda esta canallada que estamos presenciando, desemboque en una verdadera guerra, donde, y ojalá me equivoque, podríamos llegar a las armas.

El hecho de que en una democracia de la Unión Europea, como es España, cargos públicos se aferren al poder, negándose a la dimisión, cuando existe una mera sospecha de corrupción en ellos, nos está hablando de que estos señores carecen de talante democrático, y lo que desean es imponer un nuevo régimen en España, lejos de la democracia, que, peor o mejor, con más o menos defectos, ha posibilitado en España una convivencia y una prosperidad, sin precedentes en una de las naciones más añejas de Occidente.

Esto del intento de cambio de régimen, no es solo porque se nieguen a dimitir cargos sospechosos de corrupción, y en proceso judicial, con imputación incluida, sino que viene de más atrás, de ahí que hayan saltado las alarmas, y la judicatura, en lo que todavía conserva de independencia, se esté movilizando para investigar a estos verdaderos traidores.

Lo que viene haciendo el presidente Pedro Sánchez, ya es el establecimiento de un régimen, dentro del cual se ha erigido como líder, y como líder al estilo más ancestral del absolutismo, sin que sea monárquico, pero absolutismo, ya que está concentrando todo el poder del que es capaz, en su propia e individual persona. Y no solo el poder de los órganos públicos del Estado, sino también el de las empresas más importantes en España, sobre todo las relacionadas más estrechamente con el Estado, dentro de cuyos consejos de administración ha colocado determinados peones, que podrían influir o condicionar las decisiones de dichos consejos, según la voluntad arbitraria de este personaje en la presidencia del Gobierno español.

De su partido político, el PSOE, ya ni hablamos, porque el Partido Socialista Obrero Español, es él mismo, es decir, Pedro Sánchez Pérez-Castejón, después de hacer una escabechina, en la que ha eliminado a todo aquel que tuviera cualquier discrepancia o duda, respecto al liderazgo absolutista de este personaje.

España se debate en estos precisos instantes, entre la tiranía mafiosa de un régimen que empieza a descollar, y la supervivencia de una democracia, ya de por sí herida debido a la gravedad de la corrupción arrastrada, que ha conseguido ir capeando hasta la llegada de Pedro Sánchez Pérez-Castejón al poder. Poder, el de esta democracia enferma, que está tratando de desmontar el nuevo felón que nos desgobierna, porque, ojo avizor, ya se habla de que se nos viene otra crisis económica, que nos va a pillar sin mantas ni abrigos, merced a la irresponsabilidad de un Gobierno, el actual en España, más preocupado en acaparar poder, que en resolver los problemas sociales de los ciudadanos de este país.

FRAN AUDIJE
Madrid,España,18 de octubre del 2024
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