La España que despide el año 2024, es una España que no me ha gustado, ni me gusta, en absoluto, como no podría ser de otra manera, en un país donde se recortan derechos fundamentales, cada día, y a cada hora que pasa, en muchas ocasiones, sin que seamos conscientes con certeza.
El colectivo que está notando este retroceso en derechos y libertades, de una manera más clara, es el mundo de la cultura y de la intelectualidad, que está siendo capado, mediante presiones, recortes en subvenciones, y bloqueos, para que permanezca en silencio ante el abuso, y ante el panorama de corrupción tan ostensible que vivimos, se abstenga de formular crítica alguna, en un ejercicio de tiranía manifiesta, por parte de un Gobierno que no para de echarse flores, y de auto lisonjearse.
Por tanto, lo que tenemos en el poder, es un gobierno que hace trampa para permanecer en él: calla la boca de los críticos, hace una campaña de difamación del Poder Judicial, despliega una política de ayudas o “paguitas”, que es el pan para hoy, y el hambre para mañana, al tiempo que un soborno para condicionar el voto y el apoyo popular, manipula datos estadísticos…
Todo esto, volvemos a repetir, es hacer trampa, embaucar al pueblo, aprovechar el poder para cometer abusos, y violaciones de los derechos más fundamentales, como en la Dana o Gota Fría de Valencia, cuando el presidente del Gobierno declaró que: “Si necesitan ayuda, que la pidan”, y esa ayuda tardó más de tres días en auxiliar a todo un pueblo de compatriotas, que se había quedado con una mano delante, y otra detrás, por la acción de un desastre natural, y la falta de previsión de las autoridades.
Como declarara el escritor de Paiporta (Valencia), Santiago Posteguillo, ante el Senado de la nación, como afectado y testigo de este desastre climático, que hemos mencionado: “Los políticos españoles están apuñalando a su propio pueblo”.
Es vergonzoso el espectáculo de la corrupción en España, que, aunque investigado por la judicatura, que ha emprendido diversos procesos judiciales contra la misma, sigue siendo manifiesta en los recortes de derechos que estamos denunciando en este artículo, los cuales podrían haber llegado a violar los derechos humanos de forma grave, en casos determinados.
Debería investigarse de manera mucho más exhaustiva, todo lo que está ocurriendo, que es escandaloso. El solo hecho de que el señor, Pedro Sánchez Pérez-Castejón, no presente su dimisión como presidente del Gobierno, ante los escándalos que le rodean de presunta corrupción en su propia familia, a la que, según las investigaciones, podría haber beneficiado de forma fraudulenta, supone una contravención de la ética más lógica en la democracia, y en un Estado de Derecho, de un país que pertenece a la Unión Europea.
Por otro lado, y ya que hablamos del “rey de Roma”, nos preguntamos por la actuación de las instituciones europeas, ante el atropello a la democracia y al Estado de Derecho, que se vive en uno de sus Estados miembros, como es España.
La Unión Europea continúa financiando la permanencia en el poder de este señor, Pedro Sánchez, que basa su política en poner la mano en Europa, para suplir las carencias de su Gobierno, en un ejercicio de endeudamiento monstruoso, que tendrá como resultado, la venta de España y de sus intereses nacionales, a los acreedores internacionales, pero, también, a los nacionalismos independentistas, dentro de nuestro propio territorio, que continúan apoyando la incompetencia de este Gobierno, por el propio interés de beneficio presupuestario, y como trampolín a su posible independencia de España.
FRAN AUDIJE
Madrid, España, 17 de diciembre del 2024
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