Por: Atilio Alberto Peralta Merino
Ciudad de Puebla, Puebla, 16 de diciembre del 2024

Hace varios meses tuve el gusto de compartir con Izmarie Santana algunos de los datos y perspectivas arrojados por mis indagatorias sobre la tragedia que se cernió sobre el país el día de Nochebuena del 2018.

Al trascurrir del tiempo, desde aquel encuentro, me encuentro con la grata sorpresa de que circula la edición de un tercer texto sobre aquel aciago acontecimiento.

En “la negociación” se alude entre los antecedentes del hecho, a la brutal agresión sufrida hace alrededor de medio siglo atrás por el periodista Manuel Sánchez Pontón por indicaciones del entonces gobernador, y a su vez, abueno del gobernante siniestrado en la Nochebuena de hace seis años.

“La Vida Licenciosa de Adonis Vallejo”, habrá de ser un clásico de consulta, cuando en tiempos futuros se decida estudiar la historia que hemos vivido en la actualidad, al resultar ser, por lo demás, una trama del todo premonitoria.

Acaso, otra lectura a la que habrá de retornar es la de la trama del relato mi autoría “Ifigenia entre sueños” (https://www.google.com/url?sa=t&source=web&rct=j&opi=89978449&url=https://www.e-consulta.com/nota/2022-03-14/cultura/ifigenia-entre-suenos-novela-de-un-siniestro-de-nochebuena-en-puebla&ved=2ahUKEwjXtLqA1q2KAxWNkO4BHYYCFs0QFnoECBUQAQ&usg=AOvVaw0847M33qevEn-VNaOX3Glp), en ella, a diferencia del hilo conductor que se plasma en “la negociación”, se hace una pesquisa nada despreciable sobre el siniestro mismo de aquella Nochebuena, y no respecto a tramas ficticias posteriores.

Resulta por demás entretenida una trama que ofrece un desenlace, en el que se alude, por una parte, al atentado sufrido en Francia en enero del 2015 por parte de “yihadistas” en venganza por las caricaturas del profeta Mahoma publicadas por la revista “Charlie Hbdo”, y cuya descripción recuerda por su parte el atentado al “Taj Mahal Palace Hotel”, perpetrado, también por “yihadistas” en Mumbai en 2009 ; todo ello en medio de un relato de adopción travestista de nuevas identidades que bien puede recordar las tramas de Pedro Almódovar.

Un planteamiento, a no dudarse que se aleja en su abordaje, tanto del de la intriga política, como el de la pesquisa criminalística del hecho, que bien puede encontrarse tanto en “La Vida Licenciosa de Adonis Vallejo”, como en “Ifigenia entre sueños”.

Señalar como se hace en “la negociación” que la presidencia entrante, negoció con los protagonistas la simulación de un accidente, dado que convenia el pleno control político de la entidad, puede resultar un tanto débil, dadas las contiendas políticas que se desarrollaron durante dicho periodo de gobierno, por lo demás, bien vale la pena abrir líneas diversas de indagación, ciertamente el finado gobernador Barbosa no habría accedido al gobierno local de no haberse dado la muerte de los gobernantes, tampoco se habría dado el liderazgo opositor de Claudio X. González en tal caso.

“La negociación” ofrece un viraje final, -recurso al que Aristóteles llama “peripecia” en su “Poética”- al mostrar apariciones espectrales de los sujetos de la trama, en una atmósfera que bien puede recordar el estilo de Dan Brawn ; y que nos permite cuestionarnos sobre la desaparición o no del fenómeno político que representó el ascenso y consolidación política de Rafael Moreno Valle.

En caso de que el proyecto histórico de un político encumbrado no hubiese representado mayor perspectiva y alcance que el del enriquecimiento personal por medio de la rapiña, nos permite concluir que dicho proyecto quedó plenamente vigente pese a al deceso del político en cuestión.

El que algunos de sus seguidores se disputen los restos de la agonizante organización política que, gracias a la intervención de Elba Esther Gordillo le dio cobijo, tras el escándalo derivado de haber causado el auténtico colapso de las finanzas públicas locales, no pareciera el hecho que brinda la mayor de las certezas al respecto.

Por el contrario, palidece ante el hecho de que, otro de los allegados cercanos hubiese asaltado el máximo cargo de la entidad contraviniendo las disposiciones constitucionales concernientes a los requisitos de elegibilidad, para, desde la máxima responsabilidad de la entidad hacer otorgar a allegados y a cómplices en tal asalto, la asignación de obras faraónicas de ornato, recurriendo para ello a los más onerosos esquemas de financiamiento.

Peor aún, incluso, al unísono de que se entronizaba en la alcaldía capitalina a quién resguarda los secretos de la bitácora de vuelo de la aeronave, cuyo desplome, ocasionaría la referida tragedia del día de “Nochebuena” de hace seis años.

Una historia de más de diez años y que, efectivamente, como en la “peripecia” final que se plasma en “la negociación”, termina por extenderse fantasmalmente hasta nuestros días, pese al tiempo transcurrido desde el desplome del helicóptero que provocó el deceso del sublima, fallido y también hoy finado Rafael Moreno Valle, dejándonos la grave descomposición en la seguridad pública que se vive en los días que corren como legado de su autoría, al menos de manera indirecta.
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