EL PELIGRO DEL COMUNISMO SE CIERNE SOBRE ESPAÑA

El panorama político español, es bien sencillo a grandes rasgos: Tenemos en el poder a un presidente socialista, que tiene muy poco de mentalidad socialista, porque ha renunciado a todo principio ético e ideológico, que limite sus apetencias más personales, siendo la mayor de las mismas, la pasión obsesiva por permanecer en el poder, contra viento y marea.

Al mismo tiempo, este presidente del Gobierno español, carece de mayoría suficiente para prescindir del apoyo de una izquierda radical, que le ha puesto como condición, jugar a transformar España en una República comunista. Ante este condicionante irrenunciable para permanecer en el poder, el presidente del Gobierno ha accedido a hacer todo lo que le sea planteado, con tal de seguir en la poltrona.

El resultado es desastroso, porque España se encuentra inmersa en una especie de sociedad internacional, con dos exponentes políticos bien claros: un sistema económico capitalista, que se mueve dentro de una orquilla que va, del capitalismo más puro y duro, a una mezcla de capitalismo y socialismo; el otro exponente es un sistema socio-político democrático, que contemple los derechos humanos.

La izquierda radical española, bien sabe esta realidad, y sabe que sus pretensiones de convertir a España en un Estado comunista, son francamente difíciles, y que podría ser suicida para España, porque nos podríamos ver envueltos en un conflicto grave, incluso llegando a otra guerra civil. Aun así, haciendo honor a su ideología anticapitalista, y antidemócrata, han decidido continuar jugando al Comunismo, en la esperanza de que su aventura tenga un final feliz para ellos, porque esta oportunidad de un presidente socialista que se les vende con tal de presidir el Gobierno español, es complicado que se les vuelva a presentar.

España, pues, camina hacia el Comunismo, que equivale a hacer nulo todo lo que se ha luchado, desde la posguerra, en la segunda mitad del siglo XX, cuando el régimen franquista transformó España socio-econónicamente, logrando crear una sólida y amplia clase media, basada en los sectores de servicios, y de la industria; hasta la Transición a la democracia, en un ejemplar trance, que consiguió la transformación política, y, gracias a la misma, España se incorporó al mundo desarrollado, con la entrada en la Unión Europea, y en la OTAN.

Estamos asistiendo a otro tipo de resistencia, diferente de la del actual presidente del Gobierno, a convocar elecciones generales, ante este peligro tan peligroso que se cierne sobre nuestro país, y es la resistencia del propio sistema a ser desmontado y reconvertido, además sin ninguna consulta a los ciudadanos, previa explicación sin engaños ni embustes, de lo que se pretende. Es decir, que nos quieren dar gato por liebre, con un discurso de que la carne de gato es mucho mejor que la de la liebre, y nos la ponen en el plato para que nos comamos al gato, sí o sí.

Estamos viendo ya algunos efectos de las pretendidas bondades de ese «gato»: se recorta la libertad de expresión, se uniformiza la ideología política, se imponen costumbres y hábitos dentro del halo íntimo y personal de los ciudadanos, lo cual equivale a recortar en libertades elementales, se dispara la corrupción política y social: compra de votos, fomento de la ideología de género y de la prostitución, extremo peligro de violaciones generalizadas de los derechos humanos…

FRAN AUDIJE

Madrid, España, 9 de enero del 2024
Los artículos de opinión son responsabilidad exclusiva de sus autores. @UnidadParlamentariaEuropa


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