PEDRO, EL TRAMPOSO

La literatura es una expresión escrita de los adentros personales del escritor, y acaba por ser también, la expresión de la idiosincrasia de un pueblo. En España contamos con un género literario, llamado “La Picaresca”, que tuvo su pujanza en el Siglo de Oro, y que constituye un retrato bastante fiel, de lo que abundaba en una época de decadencia moral y económica, como denuncia “El Quijote” de Miguel de Cervantes, en la que nuestro país luchaba agónicamente por mantener el cetro de la primera potencia mundial, tras un siglo de dominio sobre el Viejo Continente. Esa decadencia no ha cesado, y continúa en nuestros días, enquistada tras siglos y siglos de no levantar cabeza, porque, entre los pícaros, y entre la división del propio pueblo español, hemos caminado continuamente, en una precariedad de libertades y de prosperidad económica, que han mantenido a España en un atraso oscurantista, con respecto al resto del Continente europeo.

En la actualidad, estamos en condiciones de resumir las últimas décadas de nuestra historia, como un paso de la dictadura militar del General Franco, a una democracia, con dos fases bien diferenciadas: una prometedora, la de la modélica Transición, en la que España gozó de libertades y de prosperidad, a título general; y otra en la que nuestra democracia ha demostrado un declive, que se ha vuelto tremendamente acusado, con la llegada al poder del presidente, Pedro Sánchez Pérez-Castejón.

La segunda parte de nuestra democracia, iniciada con la promulgación de la Constitución de 1978, ha venido a significar el asalto de la criminalidad a las instituciones democráticas, merced a esa picaresca que dejó patente el Siglo de Oro. Es como si hubiera sido una confabulación de los pícaros españoles, para tomar el poder, y adueñarse del mismo, en un punto culminante de esa toma, que es en el que nos encontramos en la actualidad, con Pedro Sánchez Pérez-Castejón, al frente.

El actual presidente del Gobierno español, ha perdido completamente la discreción, con la que operaron los anteriores presidentes, desde que dejara el poder Calvo Sotelo, y ha dado rienda suelta a la corrupción, con total descaro. Cuando hablamos de corrupción, estamos hablando de crimen organizado en las instituciones, no vayamos a llevarnos a engaño, pero utilizamos el término corrupción, porque parece más sutil, y menos vergonzante. Entonces, lo que se ha estado haciendo, exactamente, es el desmontaje, paso a paso, en un plan perfectamente diseñado, de la democracia en España, a través de una marginación de los principios expuestos en nuestra Constitución de 1978, en teoría vigente, pero solo en la teoría.

Tan solo la reacción del Poder Judicial, que ha pasado a la acción defensiva de la democracia, apoyado por organizaciones de la Sociedad Civil, nos salva, por ahora, de la demolición de nuestra democracia, y de la institucionalización de una República social-comunista, en la que el actual demoledor de la libertad y de la prosperidad, acarreada bajo las directrices de la Constitución de 1978, el señor Pedro Sánchez Pérez-Castejón, sigue actuando, apoyado por una coalición de la izquierda política, y de partidos independentistas.

La llegada de nuevos aires a la política mundial, tras la investidura del presidente Donald Trump, en los Estados Unidos de América, constituye otro revulsivo que empina la balanza del lado de la democracia en nuestro país, ante la asombrosa impasividad de la Unión Europea, que está apoyando, financieramente, la continuidad en el poder de este verdadero traidor, como se ha revelado Pedro Sánchez Pérez-Castejón.

La lucha, y la nueva coyuntura internacional, parece que van a traer a España un adelanto en las Elecciones Generales, que podría ser providencial para nuestra maltrecha democracia, aunque ya nada volvería a ser igual. No obstante, debemos permanecer vigilantes, porque una de las labores de desmontaje democrático que se han venido llevando a cabo, consistió en poner en las manos del control del Poder Ejecutivo, por lo tanto en manos del propio Pedro Sánchez Pérez-Castejón, a empresas claves en la acción del engranaje electoral, como son Indra, Correos, y Telefónica.

Lo que trato de decir, es que se podría producir un tongo electoral directo, por la acción de estas empresas, encargadas de realizar una labor clave en la formulación de los resultados electorales, ya que su funcionamiento depende de los intereses del principal impulsor de la corrupción en España, que ya tiene un prestigio consolidado en hacer trampas y jugadas sucias. No olvidemos que vivimos en la España de “La Picaresca”, ampliamente retratada en obras como “El lazarillo de Tormes”, “La Celestina”, o “El Buscón”, y que nuestro principal Maestro literario, Miguel de Cervantes Saavedra, denunciara en su universal novela, del año 1605: “El ingenioso hidalgo, don Quijote de la Mancha”.

FRAN AUDIJE

Madrid, España, 24 de enero del 2025

Los artículos de opinión son responsabilidad exclusiva de sus autores. @UnidadParlamentariaEuropa


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Un comentario en “PEDRO, EL TRAMPOSO

  1. Gran artículo el tuyo, Fran, eres genial y valiente. Muy valiente. Dices toda la verdad y nada más que la verdad. A mí me da miedo hasta decirte ésto, porque tengo hijos. Cuídate mucho.

    ¿Qué hace la derecha? Dormir en la cobardía?

    Un abrazo

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