ESPAÑA ENCONADA

Hacía mucho tiempo que no notaba yo en España, un panorama tan levantisco y enconado, como en los momentos presentes. Y escribo con cierta congoja estas palabras, porque nunca me había sentido amenazado, como ahora, por expresar libremente mis ideas y mi pensamiento, que es crítico, como no puede ser de otra forma, ante la grave situación que atraviesa España.

Cuando la corrupción es apoyada y blanqueada, desde las propias posiciones que debían estar en contra de la misma, como somos los ciudadanos de a pie, y hasta las bases de los partidos de donde procede dicha corrupción, porque el hecho de que se produzcan malas prácticas políticas, con graves abusos de poder, es algo que nos perjudica a absolutamente todos los españoles, incluso, perjudica a los propios corruptos, me surgen serias dudas sobre el actual régimen, en teoría democrático, con el que hemos vivido, o sobrevivido, hasta ahora mismo.

Y la pregunta que me hago, es la siguiente: ¿De verdad, apelando a nuestras conciencias, estamos en condiciones de asegurar que este régimen, que emana de una Transición política, desde una dictadura, con la aprobación de la Constitución de 1978, es una democracia, o, al decir de los Indignados, se trata, en realidad, de un «chiringuito», para beneficio de los poderosos?.

Corrupción es, tanto adueñarse del dinero y de los recursos públicos, para un uso fraudulento, como recortar y violar derechos legalizados de los ciudadanos, sin justificación avalada desde una ley, y desde la judicatura. Y corrupto es, cualquiera que, desde una posición de poder, realiza el tipo de acciones que hemos descrito, o las encubre, a sabiendas de la criminalidad que se está desplegando, mediante dichos comportamientos de fraude a todos los ciudadanos.

Es comprensible la simpatía que se puede sentir hacia un partido, o hacia un político determinado, pero no deberíamos negar nunca, que, lo mal hecho, está mal y es malo, para cualquiera, por mucha simpatía que nos despierte.

El solo hecho de que sientas miedo, por expresar tus propias ideas, o por llevar una vida, dentro de la legalidad, al entender de tu conciencia, nos está hablando de que, probablemente, estemos alejándonos, como nación y como sociedad, de todo aquello que siempre hemos soñado: la libertad y la prosperidad.

Recuerdo aquella canción de mi admirado cantautor, Ismael Serrano, cuya letra verídica y verdadera, decía en una de sus estrofas: «No hay derecho a salir con miedo a la calle».

FRAN AUDIJE

Madrid, España, 26 de enero del 2025

Los artículos de opinión son responsabilidad exclusiva de sus autores. @UnidadParlamentariaEuropa


Descubre más desde REVISTA UNIDAD PARLAMENTARIA

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Deja un comentario