Por Juan Pérez Medina
Morelia, Michoacán, 1 de marzo del 2025
La presidenta Claudia Shembaum presentó una iniciativa de reforma a la ley del ISSSTE. La iniciativa era, en términos generales, intrascendente; pues no tocaba los planteamientos de fondo que los maestros y las maestras de todo el país esperaban y, sobre todo, los que militan en la CNTE.
El contenido de la misma era un asunto sesgado que dejaba de lado las exigencias planteadas por años de lucha por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y planteaba incrementar las aportaciones de aquellos cuyo salario estuviera por encima de diez UMAS, es decir, más de los tres mil pesos mensuales; lo que significa que el ochenta por ciento de los trabajadores que cotizan al ISSSTE tendrían que realizar aportaciones al fondo de la vivienda y seguro de salud con su salario integrado (sueldo base y prestaciones).
La intención de la reforma es la de fortalecer financieramente al ISSSTE, para hacer frente a los rezagos acumulados por décadas por los malos gobiernos, que se dedicaron por años a saquearlo y enriquecerse a costa de los recursos de los trabajadores y las trabajadoras afiliadas. Por cierto, uno de los objetivos de dicha reforma es el de disminuir la corrupción.
Buena intención la de la presidenta y el actual director del ISSSTE, Martí Batres; el problema es que el objetivo a alcanzar con dicha iniciativa de reforma es que se finca en el incremento de las aportaciones y, ahí es donde “la puerca torció el rabo”.
Miles de maestros de todo el país han salido a las calles para dejar en claro que no están de acuerdo con ese aumento que no garantiza la mejora de los servicios y prestaciones que la ley dispone mediante el Instituto de seguridad social de los trabajadores del estado.
Pero más allá del incremento a las aportaciones, está la ausencia en cuanto a la derogación de la ley neoliberal del PRIAN, que nos impuso las afores, desde donde administran los bancos los cuantiosos recursos provenientes del ahorro de los trabajadores destinados a la seguridad social y que les ha resultado un negocio bastante jugoso, situación inversamente proporcional respecto a los trabajadores y trabajadoras, dueños de las aportaciones, que cada año han visto (y así seguirá), disminuir sus ahorros.
Tampoco la reforma contiene la desaparición de las UMAS que son un perjuicio para los jubilados y pensionados y para todos aquellos que cuentan con un crédito hipotecario del ISSSTE, pues a los primeros les calculan sus pensiones en UMAS y a los segundos, les descuentan sus créditos por el mismo mecanismo.
La reforma a la seguridad social de los neoliberales incrementó los años de cotización para alcanzar la jubilación y con ello obligó a los trabajadores a mantenerse más años en servicio; situación que tampoco contiene la reforma y ni siquiera se menciona.
Por otra parte, las modificaciones a la ley, contenidas en la iniciativa, fueron consensuadas con la dirigencia “charra” del SNTE, lo que los invalidó de inmediato ante las fuerzas democráticas y casi ante todo el magisterio. Shembaum se equivocó al hacerlo y dejar que Cepeda Salas, lo anunciara en los medios y las redes sociales. Sí la iniciativa no concitaba la aprobación de los maestros, menos lo haría mediante este personaje, que casi la mató. Carente de calidad moral. Con una cola llena de traiciones hacia los trabajadores. Los mismos intuyeron, sin equivocarse que al ser éste el que lo anunciara como un triunfo para los trabajadores, habría que desconfiar y eso fue lo que pasó. Las escuelas y las calles se llenaron de descontento.
La ley se ha detenido. El escenario no está para bollos y un movimiento como el que ha comenzado a fraguarse no le es nada conveniente al actual gobierno. Trump no ha dejado de amenazar con aplicar nuevos aranceles al país, cuestión que tendría implicaciones económicas negativas para la economía nacional.
Por otra parte, están los dilemas morenistas en torno a las nuevas adhesiones, de manera específica, del senador Yunes, que ha desatado una ola de indignación he inconformidad y, súmele a ello el debate actual sobre nepotismo y reelecciones que se está recrudeciendo. Por eso, la insurrección magisterial se convirtió en una amenaza que no se esperaba y era necesario detenerla. Ello hizo que la reforma se detuviera por ahora, veremos que sucede con los profes y en qué acaba este albazo contra el ISSSTE de los trabajadores. Por lo pronto, la iniciativa ha sido detenida. Los maestros ganaron el primer round.
Los artículos de opinión son responsabilidad exclusiva de sus autores. @UnidadParlamentariaEuropa
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