El discurso político, cuando trata de manipular la voluntad de la masa popular, puede emplear diversas tácticas, basadas todas en el engaño de la media verdad, consistente en que, una parte de la realidad verdadera, o, digamos, que es más verosímil, les sirve para esconder la otra parte de la realidad, que es falsa.

Dentro de esa generalidad de táctica de utilizar con habilidad la media verdad, existe un método consistente en hacer ver al contrario como el verdugo, mientras se otorga uno a sí mismo, la apariencia de víctima. Cuando se echa mano de este método, es para darle la vuelta a la tortilla, tergiversando la realidad, claro está.

A su vez, dentro de este método que comentamos, se pueden distinguir dos modalidades: la del victimismo, y la del «Y tú, más».

La fórmula denominada del «victimismo», va de aparentar que existe una víctima, la propia, y un verdugo, el contrario. ¿Se acuerdan de aquel perro Doberman, con el que, en sus anuncios de propaganda, el PSOE, representaba a su principal rival electoral, el PP?. Pues he ahí una excelente forma de manejar el victimismo. Otro ejemplo, el más utilizazo, tiene que ver con la Guerra Civil española, cuando se apela a la misma para ofender al rival político.

En cuanto al método del «Y tú más», debemos explicar que es el más socorrido, y fácil de esgrimir, porque, ante una crítica o acusación del rival, basta con apelar a una falta similar en el contrario que ataca, de manera que se nivela el nivel de miseria y de canallada, quedando diluidas las faltas propias, en las faltas del atacante, que se podrían llegar a percibir como de mayor gravedad, incluso.

El análisis que hemos hecho, es bastante visceral, por otro lado, de manera que los políticos no necesitan hacer estudios, realmente, para saber usar estas traquimañas, puesto que, en muchos casos, digamos que las traen aprendidas de serie.

FRAN AUDIJE
Madrid, España, 11 de marzo del 2025
Fotografía Facebook.
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