Por Juan Pérez Medina
Morelia, Michoacán, 28 de marzo del 2025
La Cuarta Transformación avanza entre el acierto y el error. Los aciertos dan cuenta de la inmensa popularidad de la presidenta Claudia Shembaun que ya supera el 80 por ciento de aceptación. Su actitud serena, firme y segura da certeza a los mexicanos. Además, su forma de plantear las cosas sin estridencias, pero con firmeza le han ganado simpatías, incluso, fuera del país, a tal grado que se ha convertido en la presidenta más popular del planeta. Algo por lo que todos y todas debemos sentirnos muy orgullosos.
Esto último deviene sobre todo de la manera en que ha hecho frente a las políticas agresivas de Donald Trump en contra del país; pero también por la aplicación de una serie de medidas que han caído bien, sobre todo, al sector femenino.
Pero no todo es miel sobre hojuelas. Mientras la presidenta hace su trabajo, abajo, en el interior de las fuerzas que integran la alianza de “juntos seguimos haciendo historia”, las cosas no son tan positivas.
El congreso lleva ya varias pifias que en nada favorecen a la Cuarta Transformación y, mucho menos a la presidenta y su gobierno. Entre las pifias más costosas se encuentra el perdón otorgado a “los Yunes” a cambio del voto en el Senado que les garantizó la mayoría absoluta para la aprobación de la reforma al poder judicial. La estela de corrupción que acompaña a estos personajes (padre he hijo), que son a su vez titular y suplente en la senaduría que ostentan por el estado de Veracruz -pequeño detalle que los pone de cuerpo entero-. Miguel Ángel Yunes ha sido acusado ante la extinta Procuraduría General de la República (PGR) por delitos como enriquecimiento ilícito, ocurrido en el tiempo en que fue director general del ISSSTE, operaciones con recursos de procedencia ilícita, ejercicio abusivo de funciones, pederastia, pornografía infantil, trata de personas y amenazas. El mismo AMLO en 2017, entregó al presidente Enrique Peña Nieto lo que bautizó como la “carpeta azul”, un compendio de documentos con supuestas evidencias del enriquecimiento ilícito y uso indebido de recursos del ISSSTE cuando estuvo a cargo Yunes Linares. Pero al parecer, al llegar a morena y haber determinado votar la reforma judicial, las denuncias han desaparecido y estos personajes purificados.
El otro caso ocurrió apenas hace unos días. El diputado y exgobernador de Morelos, el exfutbolista Cuauhtémoc Blanco, a quien se intentaba desaforar, fue protegido por la bancada de morena y sus aliados (Menos el PT), y los diputados del PRI, para evitar que la justicia lo alcanzara y pudiera atender la demanda en su contra por intento de violación en contra de su media hermana Nidia Fabiola “N”. a pesar de la oposición de la titular de la Secretaría federal de las Mujeres, Citlalli Hernández, quien manifestó en su cuenta de x “que le parecía reprobable que en la discusión pública se esté dejando de lado a una posible víctima y que la discusión se centre en un posible desafuero, en el que –en sus dichos– las y los legisladores encontraron una carpeta mal integrada, poniendo el foco de la discusión desde el enfoque político sobre si se defiende o no a un posible agresor y no desde una dimensión de justicia.“
Como lo mencioné al principio, mientras la presidenta Claudia Shembaum se esfuerza en sacar al país adelante, hay otros actores de su propio proyecto que evidentemente van en sentido contrario como en estos casos que ya he comentado. En la inmensa mayoría del territorio nacional los gobernantes locales de la Cuarta Transformación poco hacen diferente en relación a sus antecesores. Las distancias entre la forma de ejercer el poder son insignificantes y en muchos lugares la distancia se tornó aún más negativa. La ciudadanía no tiene una clara opinión favorable con relación a quienes les gobiernan en sus entidades y municipios y contrasta con el alto consenso de la presidenta, quien tiene que irlos jalando.
Los errores que los políticos de la Cuarta Transformación realizan se endosan al gobierno de la república como saldos en contra que poco a poco se van acumulando y erosionando el consenso de que hoy gozan. Las malas actuaciones son disparos al pie que seguramente tendrán un costo y habrá que pagarlo. De lo anterior hay evidencias múltiples. Les ha pasado a varios gobiernos y, para poner dos ejemplos, ahí está la aplastante derrota del FMLN en el Salvador en manos del derechista Nayib Armando Bukele y la ocurrida con el peronismo argentino que perdió la presidencia en contra del “libertario” de ultraderecha Javier Milei.
Esto ocurre porque el pueblo no es todavía el protagonista de este proyecto en donde la nueva y reciclada clase política determina, a pesar de que se repita que lo que se hace es por voluntad de este. Shembaum no podrá por siempre estarlos levantando. De hecho, acciones como la de esta semana en el caso Cuauhtémoc Blanco, seguramente restará puntos al congreso dominado por la Cuarta T.
Los artículos de opinión son responsabilidad exclusiva de sus autores. @UnidadParlamentariaEuropa
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