Recientemente, se ha producido una de las reacciones más elocuentes del tipo de presidente, y del tipo de gobernantes, que acaparan el poder en España actualmente, y con pretensiones de perpetuarse indefinidamente. Esta reacción ha sido el anuncio de la Mesa del Congreso de los Diputados del Reino de España, de censurar al periodista, Vito Quiles, expulsándole de la Cámara Baja de representantes del pueblo español, debido a las preguntas tan sumamente incómodas, que acostumbra a formular, particularmente a miembros de los partidos en el poder, liderados por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE).

Esta pretensión de censura a un periodista, es una acción repleta de abuso de poder, que no nos pilla de sorpresa, sin embargo, pues no es la primera ocasión en la que este Gobierno en España, se desmarca de los usos tradicionales de la democracia, adoptando actitudes intolerantes y agresivas, hacia todos aquellos sectores críticos con la política de Pedro Sánchez Pérez-Castejón, y sus socios de la izquierda política, y del nacionalismo. Recordemos, por ejemplo, la expulsión del afamado periodista y escritor, Alfonso Ussía, del diario La Razón, en una decisión marcada por la sombra del propio Pedro Sánchez.

Pero existen múltiples casos más, de intervenciones políticas, bien a través de la presidencia del Gobierno, o de un órgano gubernamental, para defenestrar a personas de sus cargos, o de la función que fuere estuvieran realizando, por resultarle incómoda al Gobierno, o, como hemos comentado, al propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en un estilo de gobernar que parece una implantación, desde luego antidemócrata completamente, de este personaje que sigue dando tanto que hablar, y, normalmente, en sentidos totalitarios, o marginadores, de unos españoles con respecto a otros.

Si analizamos un poco más profundamente, lo que está ocurriendo en España, es fácil llegar a la conclusión, de que, Pedro Sánchez y los suyos, practican un utilitarismo de las personas y de las instituciones, que recuerda a dictadores como Adolf Hitler, o Stalin, de tan infausta remembranza, por otro lado. Las personas están, o dejan de estar, en función de la conveniencia estrictamente política, para estos señores, que campean por sus anchas, en lo que está constituyendo, más que un periodo legislativo, un verdadero régimen de terror, para los que no comulgamos con estos señores, que siguen ocupando la poltrona del poder, a pesar de los escándalos tan grotescos de corrupción que los asolan, y que denotan, tantas veces, una notable incoherencia con sus teóricos idearios políticos.

FRAN AUDIJE
FRAN AUDIJE
Fotografía Facebook.
Madrid, España, 29 de marzo del 2025

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