Es evidente el deterioro de la democracia en España, consentido y amparado desde la Unión Europea, bajo la excusa de no querer inmiscuirse en temas internos de nuestro país. Excusa falaz e interesada, porque, sin embargo, la Unión Europea está sosteniendo la Guerra de Ucrania, que es una injerencia, no solo en asuntos internos de otro país, sino que es una injerencia que ha impulsado toda una guerra destructiva al máximo.

De lo que se trata, en España, no es de hacer una guerra, sino de pacificar y apaciguar al pueblo español, exigiendo a los poderes políticos que dejen de comportarse al margen de las prácticas deontológicas que son normales en cualquier democracia que se precie, como la vigente en nuestro país, desde la Constitución de 1978.

En una democracia, y en la nuestra regida por la mencionada Carta Magna del 78, las cosas se deben hacer con el cariño y la condescendencia, que se aprecia entre hermanos y compatriotas, además de que se deberían seguir métodos legales y judiciales en todo momento.

Lo que se consigue desde el despotismo, el abuso de poder, y el «ordeno y mando», se lleva a cabo desde las alcantarillas del poder, y se lleva a cabo haciendo juicios políticos, al margen de la judicatura, tratando de tomarse la justicia por la mano del poder, de manera soberbia, prepotente, y alejada de toda racionalidad legal y democrática, con el añadido de que vamos a violar derechos fundamentales y humanos, de ciudadanos indefensos ante semejante tropelía incivilizada.

Para que nos enteremos, hacer las cosas con los métodos relatados, equivale a agarrar la Constitución de 1978, y la legislación que se ha desarrollado a raíz de la misma, para arrojarla al basurero.

Los cauces democráticos, se basan en el amor verdadero a la patria, que es aquel que respeta los derechos y las libertades, que la ciudadanía española concede a sus propietarios, cada uno y cada cual de los ciudadanos que adquirieron la nacionalidad española, bajo los supuestos que contempla nuestro Ordenamiento jurídico.

FRAN AUDIJE
Fotografía Facebook.
Madrid, España, 30 de marzo del 2025

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