SERVIR AL PUEBLO, NUNCA AL CONTRARIO

Cuando veo a los políticos en actitudes nada caballerescas, y soeces y chabacanas, pienso, automáticamente, en no depositar mi voto a favor de personas que pierden la educación, y que denotan soberbia y prepotencia.

Para defender las propias ideas, no es necesario ofender con palabras gruesas o inadecuadas. Tampoco es de recibo, amenazar, o mantener posturas que inspiran agresividad, como estirar el cuello y levantar el mentón. La amenaza y la soberbia, son íntimas del totalitarismo, y enemigas de la democracia.

En una democracia digna y verdadera, los políticos no defienden la permanencia de su trasero, pegado a la poltrona, sino que trabajan por servir al pueblo. Quien defiende su poder, en política, defiende una actitud imperialista, bajo la que se pretende que el pueblo se rebaje a estar a su servicio, como sucede en cualquier dictadura.

Tampoco es digno de una democracia, hacer jugadas sucias, poner trampas, e ir en contra de los ciudadanos y de otras instituciones. Debemos tener la conciencia, de que se gobierna en beneficio de todos, no solo de los que me apoyan electoralmente.

Prácticas marrulleras, como la compra de votos, o el empleo de estrategias para enfrentar a unos ciudadanos contra otros, resultan de un mal gusto político apabullante, el mejor indicio de dónde no debo depositar mi voto.

Se habla mucho de hacer la revolución, y de transformar a la sociedad, pero, en los tiempos que corremos, a mi juicio, lo que nuestra sociedad demanda, es una correcta gestión en las administraciones, una gestión dominada por la honradez, la honestidad política, y el servicio efectivo y eficaz al conjunto de la ciudadanía, sin marginaciones, sin espectáculos de despotismo, sin embaucar ni engañar, con transparencia, y colocando las cartas sobre la mesa.

La revolución que estamos necesitando, es la de la honradez, el trabajo realizado de buena fe, en favor de los demás, la abnegación y la caballerosidad políticas. Queremos más democracia, y que acabe el saqueo institucional. Queremos la paz de un pueblo solidario y hermanado, nunca más enfrentado, nunca más corroido de rencor y de odio hacia sí mismo.

FRAN AUDIJE

Fotografía Facebook.
Madrid, España, 1 de abril del 2025

Los artículos de opinión son responsabilidad exclusiva de sus autores. @UnidadParlamentariaEuropa


Descubre más desde REVISTA UNIDAD PARLAMENTARIA

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Deja un comentario