Por: Gonzalo E. PANIAGUA DÍAZ

Ciudad de México 2 de Abril del 2025

México ha experimentado diversas reformas laborales en los últimos años, las cuales han surgido a raíz del Nuevo Modelo Laboral impulsado por el Gobierno Federal de López Obrador y el cual se publicó el 1° de mayo de 2019, con el objetivo de mejorar las condiciones de los trabajadores, como el aumento de vacaciones, reforma que entro en vigor el primero de enero de 2023, y que a pesar de esta reforma seguimos siendo de los países con menos vacaciones en el mundo. Sin embargo, a pesar de estos avances, el país sigue enfrentando importantes rezagos en comparación con otras naciones. La falta de vacaciones suficientes, la extensa jornada laboral y los bajos salarios han perpetuado una situación de explotación disfrazada de cultura laboral. La resistencia de algunos sectores empresariales y empresarios como Carlos Slim a cambios como la reducción de la jornada laboral demuestra que aún queda un largo camino por recorrer para garantizar condiciones justas para los trabajadores mexicanos.

Por lo que México sigue siendo de los países con la jornada laboral más extensa del mundo, con un promedio de 48 horas semanales, sin tomar en cuenta las empresas que exceden está jornada y que no pagan tiempos extras, mientras que en países como Alemania, Brasil o Francia se trabaja un máximo de 40 horas o menos. Esta diferencia no solo afecta la calidad de vida de los empleados, sino que también incide en la productividad y el bienestar general de la sociedad. Estudios han demostrado que jornadas más cortas pueden aumentar la eficiencia y reducir los niveles de estrés y enfermedades laborales, lo cual también podría reducir los gastos del IMSS al jubilar trabajadores sanos.

Otro aspecto preocupante es la cantidad de días de vacaciones otorgados a los trabajadores. Hasta hace poco (2022 y años anteriores), México ofrecía solo seis días de descanso tras un año de trabajo, estando en el último lugar, lo que significaba el país con menos vacaciones en el mundo, ya que los gobiernos que estuvieron en el poder antes del 2018 nunca pusieron interés en los trabajadores mexicanos, se puede decir que la comparación con Brasil es abismal, el cual tiene 30 días de vacaciones desde el primer año, lo cual aún sigue representando una cifra significativamente menor en comparación con otras naciones. Si bien recientes reformas han mejorado esta situación, aún se está lejos de alcanzar estándares internacionales que garanticen el derecho al descanso y al equilibrio entre la vida laboral y personal.

El argumento de algunos empresarios, como Carlos Slim, de que la reducción de la jornada laboral no es viable, responde a una mentalidad que ha normalizado la explotación o esclavismo moderno. La narrativa de que el mexicano es un trabajador incansable ha sido utilizada como un mecanismo psicológico para justificar la falta de derechos laborales adecuados. Sin embargo, esta perspectiva ignora que en otros países donde se han implementado mejoras en la jornada laboral y en los salarios, la productividad no se ha visto afectada negativamente; al contrario, ha mejorado notablemente. Si bien se han dado pasos importantes en materia laboral en México desde el 2019, el país sigue rezagado en comparación con otras economías. Es imperativo que las reformas continúen avanzando para garantizar condiciones de trabajo dignas, jornadas laborales justas y salarios que permitan un grado alto en la calidad de vida de los trabajadores.

Hay que prestar atención en varias reformas que son parte de la agenda 2025 que se presenta en el poder legislativo, una de las más representativas, es la propuesta a la reforma al artículo 87 de la LFT para incrementar el aguinaldo de 15 a 30 días de salario mínimo y salarios adecuados.

Es momento de romper con la idea de que el exceso de trabajo es sinónimo de productividad y éxito. La verdadera evolución del ámbito laboral en México dependerá de la voluntad política, el compromiso empresarial y la exigencia de los trabajadores por un sistema más equitativo y humano, para así lograr la mejora en la calidad de vida de los trabajadores en México, como lo podemos ver en naciones con economías fuertes, pero condiciones laborales más humanas para sus trabajadores.
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