SÁNCHEZ, TODO UN EJEMPLO

De lo que no se debe hacer cuando se alcanza el éxito, estimados lectores.

No podemos ocultar que, Pedro Sánchez, actual presidente del Gobierno español, ha conseguido el éxito, al menos como político, ya que ha logrado una de las grandes metas fundamentales, cual es la presidencia del Gobierno de una nación con solera, nada menos que el Reino de España. Y no solo que lo haya conseguido, sino que, además, fue capaz de reeditar en dos ocasiones este mandato. Éxito, pues, de Pedro Sánchez.

Sin embargo, tampoco es posible ocultar, las cifras catastróficas que arroja este mandato, de tres legislaturas ya, lo que convierte en un fracaso su gestión presidencial. Según un estudio del Instituto, Juan de Mariana, del año pasado, España está ocupando la última posición del escalafón nacional, dentro del conjunto de la Unión Europea, después del análisis de una serie de parámetros globales. La fortaleza a la que alude Sánchez de España, con respecto a naciones de nuestro entorno, no es mérito suyo, realmente, sino de la Unión Europea, que no para de alimentar la deuda pública de España, para que este buen mozo, prosiga con su afición de hollar la poltrona del poder, sin hacer nada del otro mundo, y, más bien, arruinando a su propio país, con gastos desmesurados, que España no se debería permitir, porque no puede.

Lo peor de Sánchez, no obstante, es su nula capacidad de remordimiento de conciencia, que se traduce en una ausencia completa de escrúpulos para hacer lo que sea necesario, de cara a permanecer en el poder. A Sánchez no parece importarle España, ni un comino. Lo importante para Sánchez, es él mismo, y todo queda en función de sus propios intereses personales.

Endeuda a los españoles, hasta la monstruosidad, miente o declara medias verdades, para sacar todo tipo de ventajas, haciendo trampas y juego sucio. Concede pagas y ayudas, inventándose conceptos-excusa, de modo que compromete apoyos electorales, y gana simpatías, pues bien sabemos que, «Poderoso caballero es don dinero».

Se inventa inverosímiles explicaciones a sus meteduras de pata, que culpan a sus adversarios políticos, en lugar de reconocer sus errores, para tratar de subsanarlos. Por cierto, no vemos a nadie dimitir, tras desastres como el de la Dana valenciana, el apagón eléctrico en toda España, o el reciente caos ferroviario.

Las maneras políticas en la democracia, han decaido con Sánchez, hasta lo inimaginable. La corrupción campa por sus anchas, la Seguridad Jurídica por su ausencia, la prostitución se ha puesto de moda, pero el Gobierno presume de feminista. ¿Alguien da más, señores?.

La conclusión no puede ser más deprimente, respecto a ese éxito ejemplar de un político, que consigue arribar al poder máximo de un Estado, manteniendo difíciles equilibrios en el mismo, que aún le dejan el trasero bien pegado al asiento del poder, pero a nadie convence su trabajo al frente del Ejecutivo, excepto a los múltiples estómagos agradecidos, que le deben fortunas de diversa índole, concedidas solo a cambio de apoyos para seguir en el poder.

FRAN AUDIJE
Fotografía: Facebook.
Madrid, España, 6 de mayo del 2025

Los artículos de opinión son responsabilidad exclusiva de sus autores. @UnidadParlamentariaEuropa


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