COMPRA DE VOTOS EN ESPAÑA

Dentro de las numerosas prácticas fraudulentas y antidemocráticas, que está realizando el actual Gobierno español, liderado en su presidencia por el señor, Pedro Sánchez Pérez-Castejón, debemos hacer constar la compra de votos con dinero público.

Como dijera, en conocidos versos, el perseguido poeta español del Siglo de Oro, Francisco de Quevedo: “Poderoso caballero es don dinero”. Tan poderoso es, y puede llegar a ser, que tiene la capacidad de convencer o de cegar a sus benefactores, de que, lo mal hecho, no está tan mal, e, incluso, que se puede apoyar para que se siga haciendo; y que, por mucho que hubiéramos defendido cierta postura, ahora vamos a renunciar a la misma, porque los cuartos caen sobre la balanza contraria, y la desequilibran gozosamente. Gozos de hoy, pesares de mañana, si no fueran de justicia y honrados los gozos, porque, el karma existe, y también la lógica: Si se hunde el barco, nos hundimos los pasajeros, pero también las ratas, no lo olvidemos.

La compra de votos, que sabemos se está llevando a cabo, no se hace a las claras, es decir, que sepamos, no existen contratos ni pactos, bajo dicho concepto, pues, de ser así, el tiro saldría por la culata, y se debe ser mucho más ladino y astuto: esta vil maniobra, odiosa y antidemocrática, puesto que se realiza con dinero de todos los españoles, por tanto, aprovechando el dominio sobre los recursos del Estado, es ejecutada mediante incrementos puntuales y estratégicos, en las pensiones, o en los sueldos de determinados cuerpos de funcionarios públicos, por ejemplo. La excusa es pura imaginación, con tal de justificar esta alegría que se llevan los benefactores, que les va a hacer más comprensivos con la gestión de un Gobierno, que no hace demasiado, además de poner la mano en Europa.

Otra manera de comprar votos, consiste en las afamadas “paguitas”, o ayudas, de las que tanto presume este Gobierno, como parte de una política social absurda, porque, mientras pone en la mano de millones de españoles estas verdaderas “limosnas”, poco o nada se hace porque los españoles puedan encontrar empleos, y empleos dignos, dignos y productivos para España. Las “paguitas”, de Pedro Sánchez y los suyos, son pan para hoy, y hambre para mañana, puesto que podrían solucionar situaciones momentáneas, pero lo hacen dentro de un panorama de crisis económica, de causas estructurales, por las que no se están haciendo las reformas que habría que acometer.

La consecuencia de esta práctica, difícil de perseguir, o prácticamente imposible, puesto que se incluye y solapa, como parte de la gestión gubernamental, es una subida en los impuestos, porque el dinero no sale de las piedras, ni por arte de magia, sino que lo aportamos entre todos los trabajadores, con nuestro esfuerzo diario. Por otro lado, se producen actividades de dudosa legalidad, como el maquillaje de estadísticas, que disimule algo la pésima situación en la que nos encontramos, que barrunta una tormenta huracanada en el horizonte, de la que no nos va a salvar ninguna ayuda pública, porque esta tormenta se va a desatar, precisamente, por la errónea gestión política, de la que forman parte prácticas antidemocráticas, como la que ponemos de manifiesto en este artículo.

“Poderoso caballero es don dinero”, y el karma existe, no lo olvidemos. Si se hunde el barco, nos vamos a hundir, irremediablemente, todos los pasajeros, la tripulación, y las ratas, por supuesto, aunque dicen que este astuto y repugnante animal, siempre es el que más aguanta, porque su instinto le lleva a ponerle a salvo hasta el último momento. ¿Volverá a acudir la Unión Europea al rescate del naufragio?.

FRAN AUDIJE

Fotografía Facebook.
Madrid, España, 3 de junio del 2025
Los artículos de opinión son responsabilidad exclusiva de sus autores. @UnidadParlamentariaEuropa


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