SÁNCHEZ PIDE PERDÓN, EL GOBIERNO SE JUSTIFICA

En una democracia, y en un Estado de Derecho, cuando el presidente de la nación es señalado por investigaciones rigurosas y ciertas, como responsable de una situación de delincuencia organizada, dentro de su propia organización política de Gobierno, el presidente no sólo comparece para pedir perdón, sino que está obligado a dimitir de su cargo, y adelantar las Elecciones Generales, a un nuevo Gobierno que se haga cargo del panorama de verdadero caos, en el que estamos sumidos, debido, no sólo a la enfermiza marcha de la nación, sino, también, a todas luces, por causa de una corrupción escandalosa, sin precedentes conocidos, todo lo cual se retroalimenta recíprocamente, dejando el pabellón español, en una desoladora y vergonzosa circunstancia, tan indeseable como sus impulsores.

A estos señores, que ejercen la delincuencia sistemática desde sus poltronas del poder, los debemos perdonar como buenos amantes de la patria española, máxime si, como han hecho, piden perdón. Otra cosa distinta es el uso y la praxis en una democracia, donde se está para servir al país, y nunca para que el país te sirva. De manera que, una gestión ramplona, o delictiva, caso ante el que nos encontramos, exige, deontológicamente hablando, la puesta a disposición de los cargos responsables.

Las justificaciones que ha ofrecido el Gobierno, parecen de patio de Colegio, tratando a los ciudadanos como si fuéramos párvulos, en vez de los soberanos legítimos de este Reino de España. Nunca debiéramos quedarnos callados, ni aceptar las baratijas y limosnas, con las que pretenden anestesiarnos. Los españoles nos hemos vuelto cómodos y volubles, ante lo más sinvergüenza de la política en España, pues, de momento, no falta el pan, y nos divertimos hasta cierto punto.

Personajes que ollen la poltrona del poder con su culo, hay muchos y variados. Que se aprovechen del poder para abusar y para pasarse la vida padre, existe otra buena porción. España, sin embargo, está muy necesitada de políticos serviciales, honrados, y eficaces. Políticos que no estén encantados de conocerse en el poder, y de rendirse una pleitesía injustificada. Políticos currantes y trabajadores, que no aspiren a engañarnos ni a estafarnos, para perpetuarse en el poder. Políticos, volvemos a repetir, que sirvan a los españoles, sin servirse de los mismos para prosperar, sin que España prospere, salvo la cuadrilla de colaboradores y de estómagos agradecidos.

FRAN AUDIJE
Fotografía Facebook.
Madrid, España, 16 de junio del 2025
Los artículos de opinión son responsabilidad exclusiva de sus autores. @UnidadParlamentariaEuropa


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