La reducción a la Jornada Laboral en México: De 48 a 40 Horas Semanales

Por: Gonzalo E. PANIAGUA DÍAZ
Ciudad de México a 21 de junio del 2025



Breve análisis de su impacto positivo y negativo rumbo al 2030

En México, la jornada laboral ha sido históricamente una de las más extensas entre los países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos). Con 48 horas semanales como estándar desde hace décadas, la propuesta y aprobación de la reducción a 40 horas marca un cambio histórico en el modelo laboral del país. Esta reforma, que entrará en vigor el 1º de enero de 2030, busca avanzar hacia un esquema más equitativo, humano y productivo, alineado con los estándares internacionales de derechos laborales. Sin embargo, como todo cambio estructural, implica retos y beneficios que merecen ser analizados desde diversas perspectivas.

Aspectos Positivos de la Reforma

1. Mejora en la calidad de vida del trabajador


Reducir la jornada semanal permitirá a los empleados contar con más tiempo libre para su desarrollo personal, familiar, académico o recreativo. Esto contribuirá a un mejor equilibrio entre vida laboral y personal, y a una disminución del estrés y la fatiga laboral crónica.

2. Aumento en la productividad


Diversos estudios a nivel mundial demuestran que jornadas más cortas, bien estructuradas, tienen como resultado en los trabajadores una mayor concentración, eficiencia y compromiso durante el tiempo efectivo de trabajo. Empresas que han probado esquemas similares en otros países reportan un mejor desempeño sin necesidad de incrementar los costos.

3. Reducción de enfermedades laborales


La carga excesiva de trabajo se ha vinculado con trastornos musculo esqueléticos, mentales y cardiovasculares. Con jornadas más razonables, se espera una disminución en el ausentismo laboral por causas médicas, y una mejora en la salud general de los trabajadores al disminuir el estrés laboral.

4. Fomento del empleo


La disminución de horas podría incentivar a las empresas a contratar más personal para cubrir las mismas operaciones, contribuyendo así a la reducción del desempleo y a la generación de nuevos puestos de trabajo formales.

Impactos Negativos o Retos a Considerar

1. Incremento en costos operativos


Para muchas empresas, especialmente en sectores con alta dependencia de la mano de obra (como manufactura, comercio o servicios), cumplir con la misma productividad en menos tiempo puede requerir nuevas contrataciones, turnos adicionales o mejoras tecnológicas, lo que implica un aumento en los costos, lo cual representa un compromiso del empresariado con la fuerza trabajadora, la cual ha brillado en muchos casos por su ausencia.

2. Desigualdad en la aplicación


Si bien la reforma será obligatoria, en la práctica podría haber sectores informales o pequeñas empresas que no puedan sostener la reducción sin ver comprometida su operación. Esto podría generar evasión o subregistro de las horas reales trabajadas, por lo que las autoridades laborales tienen la responsabilidad de supervisar que se respete la reducción de la jornada laboral.

3. Periodo de adaptación


Los siguientes años serán clave para que tanto empresas como trabajadores se preparen. Es necesario implementar procesos de reingeniería organizacional, capacitación y nuevas estrategias de productividad que compensen la reducción de tiempo sin afectar la calidad del servicio ni los ingresos.

4. Impacto en salarios y bonos


Existe incertidumbre sobre cómo manejarán algunas empresas las compensaciones variables o incentivos ligados al rendimiento, ya que con menos horas trabajadas podría modificarse la manera en que se calculan ciertos pagos adicionales, sin perder de vista salarios justos, ya que México ha sido uno de los países con los salarios más bajos.

Por lo tanto la reducción de la jornada laboral en México representa un avance significativo en los derechos de los trabajadores y refleja un esfuerzo por evolucionar hacia un modelo más justo (erradicando la esclavitud moderna), con base en la dignidad humana y el bienestar integral. Sin embargo, su éxito dependerá en gran medida de la corresponsabilidad tripartita entre Estado, empresas y trabajadores. La fecha de entrada en vigor de la reforma será el primero de enero de 2030 por lo que ofrece un margen amplio para planificar, capacitar y rediseñar estructuras laborales (como ejemplo tenemos a Chile, país que implementó una reducción gradual de la jornada de 45 a 40 horas en un plazo de cinco años), lo que exige compromiso y visión estratégica.

México se encuentra en un momento clave para transformar su cultura laboral. Si se implementa con responsabilidad y acompañamiento, esta reforma no solo mejorará las condiciones del trabajador, sino que también puede ser un motor de innovación y productividad para el país.

En el marco legal la reducción de la jornada laboral en México está relacionada principalmente con la Ley Federal del Trabajo (LFT), pero también se conecta con la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, ya que ambas regulan los derechos laborales. Por lo que es importante estar atentos a los artículos más relevantes:

1. Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.



Artículo 123, Apartado A, Fracción I
“La duración de la jornada máxima será de ocho horas.”
Este artículo establece el principio de la jornada máxima diaria. Si se multiplica por seis días, da un total de 48 horas semanales. La reforma que está en análisis y discusión busca modificar este artículo para que la jornada semanal se reduzca a 40 horas, manteniendo el derecho a dos días de descanso por cada cinco laborados.

2. Ley Federal del Trabajo (LFT)



Artículo 58
Define el concepto de jornada de trabajo como “el tiempo durante el cual el trabajador está a disposición del patrón para prestar su trabajo”.

Artículo 59
Indica que la jornada puede distribuirse para permitir menos horas algunos días, sin exceder los máximos legales. “El trabajador y el patrón fijarán la duración de la jornada de trabajo, sin que pueda exceder los máximos legales.
Los trabajadores y el patrón podrán repartir las horas de trabajo, a fin de permitir a los primeros el reposo del sábado en la tarde o cualquier modalidad equivalente”. Lo cual puede tener propuestas como una jornada de 10 horas al días, laborando 4 días a la semana con 3 días de descanso, siempre y cuando haya un acuerdo empleados y empleadores, de no llegar a un acuerdo se puede recurrir a las autoridades laborales, como los tribunales en materia laboral.

Artículo 60
Clasifica la jornada en diurna, nocturna y mixta.
Diurna: 6:00 a 20:00 horas – máximo 8 horas.
Nocturna: 20:00 a 6:00 horas – máximo 7 horas.
Mixta: combina ambas, sin exceder 7 horas y media.

Artículo 61
“La duración máxima de la jornada será: ocho horas la diurna, siete la nocturna y siete y media la mixta.”
Este artículo es el más directamente afectado por la reforma a la jornada laboral, ya que establece los límites actuales que buscan reducirse para cumplir con el nuevo esquema de 40 horas semanales.

Artículo 69
“Por cada seis días de trabajo deberá disfrutar el trabajador de un día de descanso, cuando menos con goce de salario íntegro.”
La reforma también buscará que, al trabajar cinco días, los trabajadores puedan gozar de dos días de descanso.

En el Congreso de la Unión

Aunque ya se ha discutido ampliamente en el Congreso, la reforma constitucional aún no ha sido publicada oficialmente en el Diario Oficial de la Federación (DOF). La fecha de entrada en vigor se plantea para el 1° de enero del 2030, dando tiempo para una implementación gradual, principalmente para que las pequeñas y medianas empresas puedan adaptarse.

Para concluir se puede observar que hay varios países con una jornada laboral de 40 horas semanales, incluyendo algunos en Europa, América del Norte y América Latina. Algunos ejemplos son Ecuador, Chile, Austria, Canadá, República Checa, Estonia, Finlandia, Hungría, Islandia, y Corea del Sur. En Europa, países como España, Italia, Grecia, Rusia, Portugal, Bélgica y Francia también tienen jornadas laborales de 40 horas o menos, como el caso de Alemania y con Francia teniendo una jornada de 35 horas semanales. En Asia, Japón y Corea del Sur tienen jornadas de 40 horas semanales. Con lo que podemos deducir que es total y absolutamente posible, ya que países con esta jornada de 40 horas o menos, son potencias económicas, en donde la calidad de vida de los trabajadores es alta.
Otros países con jornadas de 40 horas o menos en la región son: Belice, Guatemala, El Salvador, Honduras, Cuba, República Dominicana, Brasil, Venezuela y Colombia, con algunas variaciones en sus jornadas semanales.
Por lo que se resume, la jornada de 40 horas semanales es una práctica común en muchos países, tanto en Europa como en América y Asia, con el objetivo de mejorar el equilibrio entre la vida laboral y personal de los trabajadores.


Gonzalo Paniagua es profesor y asesor de Recursos Humanos y ofimática con casi 30 años de experiencia como docente y en otras áreas.

Los artículos de opinión son responsabilidad exclusiva de sus autores. @UnidadParlamentariaEuropa


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